#Testimonios: El Pogromo de Estambul
y mi familia griega

por

Alexandros Niklan

Twitter: @Alex_Niklan

 

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La familia de mi padre vivía en Kurtuluş, un barrio del distrito de Çankaya, en Estambul la noche de El Pogromo (linchamiento multitudinario, espontáneo o premeditado, de un grupo particular, étnico, religioso u otro, acompañado de la destrucción o el expolio de sus bienes: casas, tiendas, centros religiosos, etcétera) de Estambul (también conocido como los Disturbios de Estambul; en griego, Σεπτεμβριανά, eventos de septiembre; en turco, 6–7 Eylül Olayları, “eventos del 6-7 de septiembre”) fue un pogromo que tuvo lugar entre el 6 y el 7 de septiembre de 1955 y estuvo dirigido principalmente contra las 150.000 personas​ que conformaban la minoría griega en Estambul. Los judíos y armenios que vivían en la ciudad y sus negocios también fueron objeto del pogromo, que supuestamente había sido orquestado por los militares del Departamento Especial de Guerra que incluía a la rama turca de la Operación Gladio denominada Contra-Guerrilla. Asimismo, se sospechó de la participación del Partido Demócrata Turco en el gobierno.[1]

Con los vecinos de al lado de nacionalidad turca nunca había tenido problemas y siempre el trato del uno hacia el otro y viceversa había sido el mejor.

La mañana del 6 de septiembre, tal como me había contado mi difunta abuela, el vecino vino a mi casa y les dijo a los míos que cerraran la casa y metieran todo lo que tenían de valor en una caja y que se fueran al lado, a su casa, al sótano que había y que no se veía si no se conocía la casa. Mi abuela se extrañó y preguntó el motivo por el cual debía hacer eso y le dijeron que ese día llegarían policías de Ankara para recoger a todos los griegos (ni ellos sabían qué sería de ellos).

Los míos lo escucharon, cerraron la casa, cerraron todas las llaves de paso de todos los servicios y se fueron desde temprano por la mañana a la casa de los vecinos.  Estos los bajaron al sótano y pusieron una alfombra y un aparador que contenía la vajilla de la familia sobre ella y encima de la puerta del sótano.

Me contó que al mediodía empezó a escuchar ruidos y voces hablando en turco y buscando a los γιουνάν-γκιαούρ (giounán-guiaur: giounan: nombre despectivo para referirse a los griegos; guiaur: perro infiel). No tardaron en ir a la casa aquella y preguntarles a los de allí dónde estaba el tapicero (mi abuelo hacía tapicerías de coches) y su familia, a lo que recibieron la respuesta que se habían ido todos desde temprano por la mañana con bolsas grandes y que no sabían ellos adónde.

Del sótano salieron dos días más tarde…

Su casa había sido saqueada, habían roto el iconostasio (la mayor pena de mi abuela) y habían destrozado todo lo que no se habían podido llevar… hasta los palos de las cortinas que eran de madera labrada, me dijo, como no los habían podido sacar los habían roto con un hacha.

Después de esto, en el vecindario solo habían quedado turcos, ya que todos los griegos habían huido o habían sido detenidos y linchados. Una familia de armenios, también había perdido todo y habían vuelto ellos también para recoger lo que podían para irse a otra parte del país. Mi familia se fue y, para agradecerles a los vecinos turcos por haberlos resguardado, les regalaron un icono de la Virgen. Se fueron para Tarabya, me dijo mi abuela, donde se quedaron hasta casi 1972, antes de volver a Grecia.

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Pogromo_de_Estambul

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