La mujer que ha querido revolucionar a Facebook en 18 meses

J.M. Sánchez

 

Regina Dugan abandonará su puesto de responsable de Building 8, división encargada de proyectos de investigación de la compañía americana, siendo referente en el sector después de pasar por Darpa o Google.

Facebook es una máquina de hacer dinero. De eso no hay duda. Una genial idea que ha cambiado los códigos de comportamiento y las relaciones personales de las personas en la actualidad. Pero en los últimos tiempos ha dejado de ser una mera red social donde hacer chascarrillos y compartir alegremente las fotos de veraneo. Es algo más. Mucho más. Ha tocado (o empezado a tocar) otros palos, pasando literalmente por encima de áreas relacionadas con la inteligencia artificial, los drones o nuevas formas de consumo de contenidos como la realidad virtual.

De ahí que necesitara un espacio para sembrar ideas nuevas y, por supuesto, regalarlas y verlas crecer. Mark Zuckerberg pensó precisamente en ella, en Regina Dugan, una brillante mujer que ha formado parte de la familia de Darpa pasando por Google. Por su inspiradora cabeza (y por su piel, literalmente) han pasado algunas de las innovaciones más sorprendentes. Cuando aún se encontraba en el brazo científico del Pentágono mostró en público un tatuaje electrónico diseñado para identificar a los usuarios y así acabar con las contraseñas. Una idea interesante que, quién sabe, algún día puede extenderse a nivel comercial.

Uno de sus proyectos recientes en la empresa del pulgar ha sido sentar las bases de una tecnología, aún en fase de desarrollo, y que propone establecer un nexo entre el conocido servicio digital y la mente humana. Escribir un mensaje con solo pensarlo, se atrevieron a afirmar incluso durante su puesta de gala en la pasada conferencia de desarrolladores F8.

La idea con la que trabaja la multinacional americana es un método para «leer» los pensamientos directamente en la región del cerebro que alberga la zona del lenguaje y lograr convertirlos en mensajes escritos sin la necesidad, en efecto, de utilizar un teclado o siquiera hablarle a un micrófono. Facebook espera alcanzar ese objetivo en dos años. Para ello, se requerirá de un casco específico o una diadema neuronal que incorpore un sistema informático no invasivo capaz de decodificar las palabras que una persona intenta decir.

Pero tras 18 meses como líder del laboratorio, Dugan dejará a principios del año que viene su cargo. Lo ha comunicado ella misma, cómo no, a través de un mensaje publicado en su perfil de Facebook. Dice que abandona Facebook para centrarse en otro proyecto, del que todavía no ha trascendido. «Ha sido una decisión muy difícil», siente. Buena comunicadora, ha tenido cierta relevancia pública al exhibirse en intervenciones, algunas de ellas tratando el tema de la diversidad en las grandes compañías. Su partida, de hecho, representa una pérdida de poder femenino en una empresa en la que solo el 35% de los trabajadores son mujeres.

La trayectoria profesional de Dugan es admirable. Nacida en 1963 en Nueva York (EE.UU.), la emprendedora americana se formó en Virginia Polytechnic Institute y State University (Virginia Tech) en Blacksburg, una pequeña ciudad de 40.000 habitantes del estado de Virginia. Entre 2009 y 2012 fue la directora de innovación de Darpa, convirtiéndose en la primera mujer dentro de la institución en ostentar este cargo. Todo un ejemplo. Sin embargo, su salida también dejó cierta controversia entre los proveedores. Se investigó si decidió otorgar un contrato multimillonario a una empresa de que tenía participación.

Cuando Google tomó el control del veterano fabricante de móviles Motorola en 2013, la multinacional americana pensó en una figura que dedicara sus esfuerzos en pensar a largo plazo. A tratar de pensar en nuevas ideas. Algunas de las aportaciones fue el Project Ara, un concepto modular de telefonía que buscaba introducir la filosofía de la informática clásica al entorno móvil.

En el momento en el que la firma americana se deshizo de la filial y entregársela a Lenovo, Dugan se convirtió en vicepresidenta de ingeniería, tecnología avanzada y proyectos. Cargo con el que inició los pasos con Project Tango, una herramienta de visión artificial que permita mapear espacios 3D. Hasta 2016, año en que inició los pasos en Facebook para trabajar en la sombra con los proyectos más secretos de la red social. Habrá que ver los nuevos proyectos que se ha guardado la compañía debajo de la manga.

Ahora queda un vacío. En agosto se informó que Andrew Bosworth encabezaría ese esfuerzo de innovación en hardware en la compañía desde un nuevo puesto, supervisando así a los equipos Building 8 y Oculus. Por ahora, no está claro quién tomará las riendas del laboratorio de los proyectos secretos.

 

Fuente: abc.es

 

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