Giordano Bruno: Mártir por creer que el Sol es una estrella y el Universo infinito

Suponga que un día dice en la iglesia de la cual forma parte que el Sol es una estrella y que en el Universo debe haber otros mundos habitados por seres vivientes, e incluso por seres inteligentes. ¿Podría imaginar que por ello su congregación religiosa decida encerrarlo por largos años en las mazmorras, sea torturado sin piedad y luego quemado en una hoguera? Pues bien, esto hizo la Iglesia Católica con Giordano Bruno, de nacimiento Filippo Bruno, el 17 de febrero de 1600… Asesinado a la edad de 52 años en la plenitud de su creación intelectual y sabia. Su pecado fue haber sido iluminado por una Conciencia Universal y decir lo que hoy la ciencia no duda: El Sol es una estrella y deben existir un sinnúmero de planetas donde exista vida.

Giordano Bruno, fue un astrónomo, filósofo, matemático y poeta italiano. Sus teorías cosmológicas superaron el modelo copernicano, pues propuso que el Sol era la estrella más cercana a la Tierra y que el universo había de contener un infinito número de mundos habitados por animales y seres inteligentes.

Nació en Nola, a unos 20 km de Nápoles, entonces bajo el dominio español. Estudió en esta ciudad desde los diez años, en 1565 ingresó a la Orden de los Dominicos, donde se dedicó al estudio de la filosofía aristotélica y a la teología de Santo Tomás de Aquino (tomismo). Ese mismo año cambió su nombre de pila, Felipe, por el de Giordano. En 1575, fue trasladado al convento de la Minerva en Roma y fue ordenado sacerdote.

Fue miembro de la Orden de los Dominicos. Propuso en el campo teológico una forma particular de panteísmo, lo cual difería considerablemente de la visión cosmológica sostenida por la Iglesia católica.

Además de estos razonamientos, sus afirmaciones teológicas también fueron otra de las causas de su condena, que lo llevaron a ser ejecutado por las autoridades civiles de Roma después de que la Inquisición romana lo encontrara culpable de herejía. Fue quemado en la hoguera. Tras su muerte, su nombre ganó fama considerable, particularmente en el siglo XIX y principios del XX.

 

El Sol

Hoy sabemos gracias a la ciencia que el Sol es una estrella de tipo-G de la secuencia principal y clase de luminosidad V, que se encuentra en el centro del sistema solar y constituye la mayor fuente de radiación electromagnética de este sistema solar planetario. Es una bola esférica casi perfecta de plasma, con un movimiento convectivo, que es una de las tres formas de transferencia de calor interno, que genera un campo magnético a través de un proceso de dinamo.

Cerca de tres cuartas partes de la masa del Sol constan de hidrógeno, y el resto, es principalmente helio, con cantidades mucho más pequeñas de elementos, incluyendo el oxígeno, carbono, neón y hierro. Como diría Bruno, “simplemente una estrella”.

Este sabio intuyo esta verdad y la iglesia lo mató por ello.

¿Por qué la Iglesia Católica ordena quemar vivo a Giordano Bruno?

Bruno, expresó en escritos y conferencias sus sabias ideas acerca de la pluralidad de los mundos y sistemas solares, el heliocentrismo, la infinitud del espacio y el Universo y el movimiento de los astros, lo cual escandalizaba a la cristiandad de la época, pero fueron sus teorías teológicas las que le traerán una persecución en su contra por parte de la Iglesia católica y la Inquisición. Sus opiniones suscitaron un escándalo, y se formularon ¡130 artículos de acusación contra él!…

Por temor a la Inquisición, a los veintiocho años abandonó la “prisión angosta y negra del convento” y huyó de Roma en 1576, comenzando una vida errante. Desde entonces pudo decir con razón, que “toda la Tierra es patria para un filósofo”. Viajó por el norte de Italia: Génova, Savona, Turín, Venecia, Padua, enseñando gramática y cosmogonía a los niños para ganarse la vida. Al mismo tiempo estudió intensamente las obras de Nicolás de Cusa, Telesio y adoptó el sistema de Nicolás Copérnico, lo que le valió ser combatido tanto por los católicos como por los protestantes.

Se trasladó luego a otras regiones, como Ginebra 1579 y Lyon. En la Universidad de Toulouse se doctoró en teología y enseñó dos años (1580-1581). Escribió la Clavis magna (lulista) y explicó el tratado De Anima de Aristóteles.

Tras recorrer otras regiones y realizar diversos escritos, regresa a Italia, fijando su residencia en Venecia, donde la Inquisición veneciana lo encarcela el 23 de mayo de 1592 y es reclamado por Roma el 12 de septiembre de 1592, pasando otros siete años en prisión, acusado de blasfemia, herejía e inmoralidad, para finalmente ser condenado, por herético, impenitente, pertinaz y obstinado, a la hoguera, en la que murió el 17 de febrero de 1600 en Campo de’ Fiori, Roma.

Murió estoicamente, sin exhalar un grito. Rechazó al sacerdote que quería darle a besar el crucifijo.

El 9 de junio de 1889 se erigió por suscripción internacional una estatua en el lugar de su muerte, exaltando su figura como Mártir de la Libertad de Pensamiento y de los Nuevos Ideales.

En 1600 sus razonamientos eran opuestos a las “verdades” de la jerarquía católica. Cuando Giordano Bruno fue quemado en la hoguera como hereje, por “principios religiosos”, y por sus escritos en apoyo de la cosmología copernicana.
Entre sus afirmaciones teológicas que se consideraron heréticas estaba su planteamiento de que Cristo no era Dios.

Según Isaac Asimov, un escritor y profesor de bioquímica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston de origen ruso, nacionalizado estadounidense, conocido por ser un prolífico autor de obras de ciencia, historia y divulgación científica, la muerte de Bruno tuvo un efecto disuasorio en el avance científico de la civilización, particularmente en las naciones católicas pero, a pesar de esto, sus observaciones científicas continuaron influyendo en otros pensadores, y se le considera uno de los precursores de la revolución científica.

Así fue la vida de Giordano Bruno

Sus problemas comenzaron durante su adoctrinamiento, al rechazar tener imágenes de santos. En 1566 tuvo lugar el primer procedimiento en su contra por sospechas de herejía. Dicho proceso no prosperó, y en 1572 fue ordenado como sacerdote dominico en Salerno y pasó al estudio de Santo Domingo Mayor, donde recibió en 1575 el título de Doctor en Teología de la Orden.

En 1576 fue acusado de desviarse en la doctrina religiosa y tuvo que abandonar la orden y huyó a Roma, donde consiguió asilo en el Convento de Santa María en Minerva.

Después de viajar por Italia y Francia llegó a Ginebra. Allí abandonó los hábitos.

En Ginebra, Juan Calvino había instaurado una república protestante, doctrina a la que se adhirió Bruno, pero con la cual también se pronunció en disconformidad. En una ocasión publicó y distribuyó un panfleto donde acusaba a Calvino de cometer veinte errores en una lectura. Por este motivo fue hecho prisionero hasta que se retractó y abandonó el calvinismo bajo la absurda acusación de “coartar la libertad intelectual”, siendo siempre el mismo Bruno el perseguido por sus opiniones.

Se trasladó a Francia donde, luego de varios tropiezos por la guerra religiosa, fue aceptado por Enrique III como profesor de la Universidad de París en 1581.
En esa etapa de su vida publicó sus dos primeras obras: Las sombras de las ideas y El canto de Circe.

En 1583 viajó a Inglaterra, tras ser nombrado secretario del embajador francés Michel de Castelnau. Allí se convirtió en asiduo concurrente a las reuniones del poeta Philip Sidney. Enseñó en la Universidad de Oxford la nueva cosmología copernicana atacando las ideas tradicionales. Después de varias discusiones abandonó Oxford. Sus escritos más importantes son De umbris idearum, de 1582, La cena de las cenizas, Del universo infinito y los mundos y Sobre la causa, el principio y el uno, las tres últimas escritas en 1584.

En 1585 escribió Los furores heroicos donde, en un estilo de diálogo platónico, describe el camino hacia Dios a través de la sabiduría o la ciencia.
Ese mismo año regresó a París con el embajador, para luego dirigirse a Marburgo, donde legó las obras escritas en Londres.
En Marburgo, retó a los seguidores del aristotelismo a un debate público en el College de Cambrai, donde fue ridiculizado, atacado físicamente y expulsado del país.

Durante los siguientes cinco años vivió en diversos países protestantes, donde escribió muchos trabajos en latín sobre cosmología, física, el arte de la memoria y la magia, (en virtud de que fue uno de los grandes representantes de la tradición hermética.

Llegó a demostrar que el Sol es más grande que la Tierra. En 1586 expuso sus ideas en la Sorbona y en el Colegio de Cambrai y enseñó filosofía en la Universidad de Wittenberg.

Pasó a servir brevemente como profesor de matemáticas en la Universidad de Helmstedt, pero tuvo que huir otra vez cuando fue excomulgado por los luteranos. En 1590 se dirigió al convento de las Carmelitas en Fráncfort y Zúrich y allí escribió sus poemas.

La casa de Giordano Bruno en Helmstedt, Alemania

Cosmologia de Giordano Bruno

Bruno sabía que la tierra gira alrededor del sol, y que la rotación diurna aparente de los cielos es una ilusión causada por la rotación de la tierra alrededor de su eje de rotación. Bruno también sostuvo que porque Dios es infinito, el Universo podría reflejar este hecho. El universo es uno, infinito.

Bruno también afirmó que las estrellas en el cielo eran otros soles como el nuestro, a las que orbitan otros planetas. Indicó que el apoyo de esas creencias en ninguna manera contradecía las Escrituras o la verdadera religión.
Espacio y tiempo eran ambos infinitos para él.

La cosmología de Bruno está marcada por la infinitud, con sistemas planetarios con vida distribuidos uniformemente a lo largo de todo el universo.

Física

Famosa es la evidencia dada por Giordano Bruno de la relatividad del movimiento. Él muestra que la Tierra no es estática. Si cae una piedra desde la parte superior del mástil de un barco en movimiento, caerá aún al pie del mástil, sin importar el movimiento del barco. Demostrando que uno no puede considerar el movimiento de un cuerpo en términos absolutos y solo con un sistema de referencia.
Todas las cosas que hay sobre la tierra se mueven con la tierra. Una piedra lanzada desde lo alto del mástil volverá al final de alguna manera, aunque la nave se esté moviendo.

Magia

Bruno era un estudioso de la obra de Hermes Trimegisto. En el uso común, la magia es entendida como dominio sobre las fuerzas físicas, espirituales o divinas, sin embargo, el estudio de la magia en Bruno se muestra como la capacidad de percibir o reconocer el conjunto de relaciones vinculatorias que se suscitan dentro del reino de lo fantástico. Esto es, la práctica mágica se asienta en su teoría de los vínculos. Por ello, se debe conceder fuerte atención al trabajo de la imaginación. La imaginación constituye la puerta de acceso a todos los afectos que pueden conmover a un ser viviente.

Los vínculos se establecen a través de los sentidos; sucede la entrada que es cuando son percibidos, la atadura que es cuando se empieza a formar un sentido de las cosas que entraron vía los sentidos, luego sucede el vínculo y finalmente la atracción.

El comienzo del fin

A instancias de Giovanni Mocenigo, noble veneciano, regresó a Italia. Mocenigo se convirtió en su protector, para impartir cátedra particular.

El 21 de mayo de 1591, Mocenigo, no satisfecho de la enseñanza y molestado por los discursos de su huésped, le denunció a la Inquisición. El 27 de enero de 1593 se ordenó el encierro de Giordano Bruno en el Palacio del Santo Oficio, en el Vaticano. Estuvo en la cárcel durante ocho años mientras se disponía el juicio –bajo el tribunal de Venecia–, en el que se le adjudicaban cargos por blasfemia, herejía e inmoralidad. Principalmente por sus enseñanzas sobre los múltiples sistemas solares y sobre la infinitud del Universo.

Durante la ocupación napoleónica la Iglesia declaró que “se perdieron la mayoría de los folios de ese juicio”.

El proceso fue dirigido por Roberto Belarmino, quien posteriormente llevaría el similar proceso contra Galileo.

En 1599 se expusieron los cargos en contra de Bruno. Las múltiples ofertas de retractación fueron desestimadas por el sabio Bruno. Giordano Bruno decidió reafirmarse en sus ideas y el 20 de enero de 1600 el papa Clemente VIII ordenó que fuera llevado ante las autoridades seculares.

El 8 de febrero fue leída la sentencia en donde se le declaraba herético, impenitente, pertinaz y obstinado.

Es famosa su frase que dirigió a sus jueces: Tembláis más vosotros al anunciar esta sentencia que yo al recibirla (Maiori forsan cum timore sententiam in me fertis quam ego accipiam).

Fue excomulgado y sus trabajos quemados en la plaza pública.

Durante todo el proceso fue acompañado por monjes católicos. Antes de ser ejecutado en la hoguera uno de ellos le ofreció un crucifijo para que lo besara, pero Bruno lo rechazó y dijo que moriría como un mártir y que su alma subiría con el fuego al paraíso.

Giordano Bruno es quemado por la Iglesia en la hoguera por creer en un Universo infinito

Así fue el vergonzoso proceso

Lista de cargos -por pensar, opinar y expresarse libremente- que fueron puestos contra Bruno por la supuesta “Santa” Inquisición:

1. Tener opiniones en contra de la fe católica y hablar en contra de ella y sus ministros.
2. Tener opiniones contrarias a la fe católica sobre la Trinidad, la divinidad de Cristo y la encarnación.
3. Tener opiniones contrarias a la fe católica en relación a Jesús como Cristo.
4. Tener opiniones contrarias a la fe católica en relación a la virginidad de María, la madre de Jesús.
5. Tener opiniones contrarias a la fe católica en relación a la transubstanciación y la misa.
6. Decir que existen múltiples mundos.
7. Tener opiniones favorables de la transmigración del espíritu en otros seres humanos después de la muerte.
8. Brujerías.

La criminal Inquisición lo acusó inicialmente por sus ideas antidogmáticas, que ya le habían costado el hábito dominico. Como anti-Trinitario, el filósofo rechazó la virginidad de María y la transubstanciación. Sus reflexiones sobre cuestiones de cosmología, su rechazo del geocentrismo y su atracción por la magia dieron gradualmente lugar a una impresionante lista de acusaciones. Al final, fue el conjunto de su pensamiento lo que fue impugnado. Lo mataron por pensar y opinar sus ideas.

En febrero de 1593, Bruno fue encarcelado en las prisiones del Santo Oficio. El juicio se prolongó durante otros dos años, antes de tomar la decisión de realizar un estudio en profundidad de sus obras, que fueron censuradas y posteriormente quemadas en la plaza de San Pedro, al igual que cuando Adolf Hitler en los años 30 del siglo XX, ordenó quemar todos los libros contrarios al nazismo.

Desde su celda, Bruno terminó de escribir una declaración para su defensa, y presentó su alegato final el 20 de diciembre 1594 ante el Santo Oficio. El juicio fue interrumpido durante seis meses, tiempo durante el cual Bruno continuó defendiendo activamente su teoría de los infinitos mundos, y declarando que era fiel a sus ideas. Por lo tanto, el cardenal Belarmino elaboró una lista de las teorías consideradas heréticas, sobre las que Bruno se negó categóricamente a renunciar a ellas.

Las ocho proposiciones a las que el filósofo se negó a renunciar fueron las siguientes:

1. La declaración de “dos principios reales y eternos de la existencia: El alma del mundo y la materia original de la que se derivan los seres”.
2. La doctrina del Universo infinito y los mundos infinitos en conflicto con la idea de la Creación: “El que niega el efecto infinito niega el poder infinito”. declaraba.
3. La idea de que toda realidad, incluyendo el cuerpo, reside en el alma eterna e infinita del mundo: “No hay realidad que no se acompañe de un espíritu y una inteligencia”.
4. El argumento según el cual “no hay transformación en la sustancia”, ya que la sustancia es eterna y no genera nada, sino que se transforma.
5. La idea del movimiento terrestre, que según Bruno, no se oponía a las Sagradas Escrituras, las cuales estaban popularizadas para los fieles y no se aplicaban a los científicos.
6. La designación de las estrellas como “mensajeros e intérpretes de los caminos de Dios”.
7. La asignación de un alma “tanto sensorial como intelectual” a la Tierra.
8. La oposición a la doctrina de Santo Tomás sobre el alma: La realidad espiritual permanece cautiva en el cuerpo y no es considerada como la forma del cuerpo humano.

Condenado a muerte por imaginar lo que hoy fotografía el Telescopio Espacial Hubble

Ejecución

Lo habitual era torturar y matar al acusado de herejía y después quemar el cuerpo. En el caso de Giordano Bruno, tras una condena de más de 8 años, fue vilmente quemado vivo el 17 de febrero de 1600 en Campo dei Fiori, Roma.

Notas acerca del Proceso

1. Giovanni Mocenigo –personaje que denunció a Giordano– fue acusado de herejía al descubrirse que intentaba dominar las mentes ajenas, cosa que Bruno se negó a enseñarle. Nunca fue apresado ni existió proceso en su contra.

2. Un ejemplo de vileza: El papa Clemente VIII dudó de la sentencia impuesta a Giordano antes de dictarla porque “no deseaba convertir a Bruno en un mártir”.

3. El cardenal “San” Roberto Belarmino, canonizado en 1930 por la Iglesia Católica, fue el encargado de llevar el proceso de acusación de herejía a Bruno. Años después, en 1616, “San” Roberto Belarmino sería encargado de llevar el proceso de acusación de Galileo Galilei.

Lo insólito es que a Roberto Francisco Rómulo Belarmino fue un miembro de la Compañía de Jesús (1560), sacerdote (1570), cardenal de la Iglesia católica

(1599), arzobispo (1602), e inquisidor en la época de la contrarreforma, que defendió la fe y la doctrina católica durante y después de la Reforma protestante, por lo que fue llamado el “martillo de los herejes” por torturar y mandar a matar a hombres ilustres como Giordano Bruno o encarcelar a perpetuidad al padre de la Ciencia, Galileo Galilei, entre muchos otros.

El colmo es que Pío XI lo beatificó en 1923, y lo canonizó en 1930 y el 17 de septiembre de 1931 fue declarado doctor de la Iglesia. Hoy para esta misma Iglesia sigue siendo un “venerable santo”…

4. Hasta el presente la Iglesia católica no ha pedido perdón por perpetrar estos aborrecibles y viles actos.

Crater de la Luna que lleva el nombre de Giordani Bruno

La Obra de Giordano Bruno

Hay obras que aún no han sido publicadas en español, otras se consideran perdidas y otras de cuya distribución se duda. La obra completa de Bruno figura en el Índice de Libros Prohibidos de la Iglesia Católica.

Sus escritos:

1582
Ars memoriae
De umbris idearum
Cantus Circaeus
De compendiosa architectura
Candelaio o Candelajo

1583
Ars reminicendi Triginta Sigilli
Explicatio triginta sigillorum
Sigillus sigillorum

1584
La Cena de le Ceneri
De la causa, principio, et Uno
De l’infinito universo et Mondi
Spaccio de la Bestia Trionfante

1585
Cabala del cavallo Pegaseo – Asino Cillenico
De gli heroici furori ‘Heroic Enthusiast’
Figuratio Aristotelici Physiciauditus

1586
Dialogi duo de Fabricii Mordentis Salernitani
Idiota triumphans
De somni interpretatione con l’ Insomniun.
Centun et viginti articuli denatura et mundo adversus peripateticos
Animadversiones circa lampaden lullianan
Lampas triginta statuarum

Decid, ¿cuál es mi crimen?, ¿lo sospecháis siquiera?
¡Y me acusáis sabiendo que nunca delinquí!
Quemadme, que mañana, donde encendáis la hoguera,
Levantará la historia una estatua para mí.
Yo sé que me condena vuestra demencia suma,
¿Por qué?… Porque las luces busqué de la verdad,
No en vuestra falsa ciencia que el pensamiento abruma
Con dogmas y con mitos robados a otra edad,
Sino en el libro eterno del Universo mundo,
Que encierra entre sus folios de inmensa duración
Los gérmenes benditos de un porvenir fecundo,
Basado en la justicia, fundado en la razón.
Y bien, sabéis que el hombre, si busca en su conciencia
La causa de las causas, el último porqué,
Ha de trocar muy pronto la Biblia por la Ciencia,
Los templos por la escuela, la sinrazón por la fe,
Yo sé que esto os asusta, como os asusta todo,
Todo lo grande, y quisiérais poderme desmentir.
Más aun, vuestras conciencias, hundidas en el lodo
De un servilismo que hace de lástima gemir…
Aun allá, en el fondo, bien saben que la idea
Es intangible, eterna, divina, inmaterial.
Que no es ella el Dios y la religión vuestra
Sino la que forma, con sus cambios, la historia universal.
Que es ella la que saca la vida del osario,
La que convierte al hombre de polvo en creador,
La que escribió con sangre la escena del calvario,
Después de haber escrito con luz la de Tabor.
Mas sois siempre los mismos, los viejos fariseos,
Los que oran y se postran donde los puedan ver,
Fingiendo fe sois falsos llamando a Dios, ateos,
¡Chacales que un cadáver buscáis para roer!
¿Cuál es vuestra doctrina?, tejido de patrañas;
Vuestra ortodoxia, embuste; vuestro patriarca, un rey;
Leyenda vuestra historia fantástica y extraña;
Vuestra razón, la fuerza; y el oro vuestra ley.
Tenéis todos los vicios que antaño los gentiles.
Tenéis las bacanales, su pérfida maldad;
Como ellos sois farsantes, hipócritas y viles;
Queréis, como quisieron, matar a la Verdad.
Mas… ¡vano empeño! Si en esto vence alguno,
Soy yo porque la historia dirá en lo porvenir:
“Respeto a los que mueren como muriera Bruno”,
Y en cambio vuestros nombres… ¿quién los podrá decir?
¡Ah! Prefiero mil veces mi muerte a vuestra suerte:
Morir como yo muero no es una muerte, ¡no!,
Morir así es la vida; vuestro vivir, la muerte.
Por eso habrá quien triunfe, y no es Roma, ¡soy yo!
Decid a vuestro Papa, vuestro señor y dueño,
Decidle que a la Muerte me entrego como a un sueño,
Porque es la Muerte quien nos conduce a Dios.
Mas no a ese Dios siniestro, con vicios y pasiones
Que al hombre da la vida y, al par, su maldición,
Sino a ese Dios-Idea que, en mil evoluciones,
Da a la materia forma, y vida a la creación.
No al Dios de las batallas, sí al Dios del pensamiento,
Al Dios de la conciencia, al Dios que vive en mí,
Al Dios que anima el fuego, la luz, la tierra, el viento,
Al Dios de las bondades, no al Dios de ira sin fin.
Decidle que diez años, con fiebre, con delirio,
Con hambre, no pudieron mi voluntad quebrar,
Que niegue Pedro al Maestro Jesús, que a mí,
Ante el martirio, de la verdad que sepa
No me haréis apostatar.
Mas… ¡basta! ¡Yo os aguardo! Dad fin a vuestra obra,
¡Cobardes!, ¿qué os detiene?, ¿teméis al porvenir?
¡Ah!… Tembláis. Es porque la fe a mí me sobra,
Miradme. Yo no tiemblo. ¡Y soy quien va a morir!

1587
Delampade combinatoria Lulliana
De progresu et lampade venatoria logicorum

1588
Oratio valedictoria
Camoeracensis Acrotismus
De specierum scrutinio
Articuli centum et sexaginta adversus huius tempestatis mathematicos atque Philosophos
De vinculis in Genere

1589
Oratio consolatoria.

1590
De magia

1591
De triplici minimo et mensura
De monade numero et figura
De innumerabilibus, immenso, et infigurabili
De imaginum, signorum et idearum compositione

1595
Summa terminorum metaphisicorum

Publicado en 1612
Artificium perorandi

Sin fecha:
Libri physicorum Aristotelis explanati
De magia – Theses de maxia
De magia mathematica
De rerum principiis et elementis et causis
Medicina Lulliana

Honores

1. El cráter Giordano Bruno de 22 km de diámetro situado en la cara oculta de la luna tiene su nombre.
2. El asteroide (5148) Giordano lleva su nombre.
3. El asteroide (13223) Cenaceneri se llama como su libro.

En la cultura popular

La canción Roman Sky de la banda norteamericana Avenged Sevenfold está basada en su persecución y su sentencia de muerte.

El cantautor cubano Silvio Rodríguez lo menciona en su canción Cita con ángeles.
He aquí la estrofa:

Cuando este ángel surca el cielo,
no hay nada que se le asemeje.
El fin de su apurado vuelo
es la sentencia de un hereje.
No se distraiga ni demore,
todo es ahora inoportuno.
Va rumbo al campo de las flores
donde la hoguera espera a Bruno

Hoy, en Dios Universal, modestamente le rendimos honores a Giordano Bruno.

 

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