La noticia de América vuelve a casa

 Beatriz Navarro | Washington

 

EE.UU. devuelve a España la carta de Colón que anunciaba a los reyes el descubrimiento.

Esta es la crónica de un feliz hallazgo y de un robo del que no había habido noticia. O, más exactamente, de un exitoso cambiazo que logró sacar de la Biblioteca de Catalunya una carta que cambiaría el rumbo de la historia: la epístola en que Cristóbal Colón anunció a los Reyes Católicos el descubrimiento del Nuevo Mundo, un incunable de extraordinario valor histórico. La sustracción del valioso documento, uno de los 16 ejemplares que el propio Colón mandó imprimir, nunca se hizo pública. Pero la carta ha reaparecido. Se desconoce cómo, pero llegó a suelo americano y ha pasado por varias manos hasta llegar al Gobierno de Estados Unidos, que hoy se la entregará al embajador de España en Washington, Pedro Morenés. Pronto volverá a Barcelona.

El misterio impregna la historia de principio a fin. “Nos pidieron discreción para no perjudicar la investigación y todo el mundo lo respetó”, cuenta Eugènia Serra, directora de la biblioteca, que supo de la situación cuando asumió el cargo en el 2012. La Epístola de Insulis Nuper Inventis, como se la conoce, se incorporó al catálogo de la institución en 1918 y se encontraba dentro de una encuadernación de piel más moderna. Los ladrones sólo sustituyeron el interior, por eso no se percataron del fraude hasta mucho después.

La copia, de 1493, fue robada de la Biblioteca de Catalunya hace más de una década.

No había sido un robo aislado. La investigación se remonta al año 2011, cuando la Oficina de Investigación de Estados Unidos, dependiente de la Agencia de Inmigración y Aduanas, recibió el chivatazo de que varios ejemplares de la histórica carta habían sido sustraídos y estaban siendo vendidos ilícitamente. Investigando la desaparición de varios libros antiguos, la policía italiana descubrió que la copia de la carta depositada en Roma era falsa. Y también la guardada en la Biblioteca de Florencia. En su lugar, los ladrones dejaron una reproducción fotográfica de alta calidad impresa sobre papel antiguo que no había llamado la atención.

Fue entonces cuando los agentes de la Oficina de Investigación de Estados Unidos decidieron darse una vuelta por Barcelona. “En junio del 2012 uno de nuestros especialistas visitó la Biblioteca de Catalunya para revisar la carta que tenían y llegó a la conclusión de que era falsa. Era una reproducción que se había usado para sustituir el original”, explicó ayer un portavoz del ICE a este diario.

Imagen parcial de la copia de la carta del almirante
Imagen parcial de la copia de la carta del almirante (.)

El robo se produjo al menos siete años antes, según los investigadores. En noviembre del 2005 la carta fue vendida por 600.000 euros por dos libreros italianos. Poca gente accede a este tipo de documentos y, en Barcelona, nadie se percató del fraude a pesar de que, en este caso, el cambiazo estaba menos logrado: “Habían reproducido la copia de otra carta de Colón”, explica Serra.

En marzo del 2013 la policía estadounidense descubrió que la carta había sido vendida otra vez en junio del 2009 por el equivalente a un millón de dólares. Finalmente, fue localizada y el vicesecretario de Seguridad Interior, Thomas Homan, se la entregará hoy a Morenés para su rápida vuelta a España.

En Barcelona nadie se percató del fraude

La investigación sigue abierta. La Administración estadounidense no quiere dar más detalles sobre la identidad de los ladrones o si busca más ejemplares. La carta de Florencia fue hallada y devuelta a Italia ya en el 2016. La copia romana, de la que no se tenía noticia hasta hoy, también ha sido recuperada. La embajada de Estados Unidos en Italia se la entregará a la Santa Sede el próximo 14 de junio.

Las deseadas cartas de Colón fueron impresas en 1493 por Stephan Plannck en Roma a instancias del almirante y reproducen el contenido de varias epístolas en las que el navegante da noticia de los frutos de su viaje, desde la salida del cabo de Palos el 3 de agosto de 1492 a su llegada a las Indias, los primeros siete meses de exploración y su llegada a Lisboa el 4 de marzo de 1493. Aunque la Biblioteca de Catalunya tiene más de 500 incunables, pocos tienen la singularidad de la epístola del descubrimiento de América. “Nuestro patrimonio está seguro, pero a veces, por desgracia, estas cosas ocurren, y no siempre se recupera lo robado”, lamenta Serra, su directora desde mediados del 2012, satisfecha porque esta historia tenga “final feliz”.

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