El colapso de Petróleos de Venezuela demuestra necesidad de poner fin al narco-régimen
Petróleos de Venezuela está en cesación de pagos con Rusia, la refinería de Puerto La Cruz está funcionando al 16% de su capacidad instalada, Eulogio del Pino está botado y enviado como candidato a la letrina que es la Constituyente de Maduro. Las acciones de la empresa CITGO están comprometidas en garantía de préstamos ruinosos para el país. La Faja del Orinoco está en manos de una empresa militar fantasma y un socio sin prestigio. El desastre es total.
Y cada día que pasa es peor.
Esta es una prueba más de que el narco-régimen debe ser intervenido, ya sea por agentes internos o externos. El único agente interno que tiene la suficiente fuerza para terminar con el régimen de un día para otro es la Fuerza Armada. Se necesita que el sector militar tome una posición de rechazo al régimen. Hasta ahora esto no se ha producido porque los narco-generales y el Alto mando Militar son cómplices del régimen y correrán su misma suerte. El país entero espera que los cuadros intermedios de la Fuerza armada se rebelen en contra del cogollito podrido.
Desde el exterior crece la presión en contra del narco-régimen pero es necesaria una definición a nivel de la OEA, con o sin los países mercenarios capturados por el subsidio petrolero.
En estos momentos estamos en días críticos para la nación. Por ello, hoy más que nunca: calle y más calle. Se huele el fin del narco-régimen.