La Asamblea Constituyente convocada por Maduro y Tibisay Lucena, tal como fue convocada, representa un fraude mayúsculo, la desconoceré y me rebelare contundente y firmemente, pero pacíficamente, contra ella.
La Asamblea Constituyente convocada por Maduro con el aval de Tibisay Lucena resulta un completo fraude, porque viola la Constitución Nacional, pero sobre todo viola el sentido común democrático: es convocada sin consultar la opinión del soberano. Además, como saben que tiene en contra las grandes ciudades, con las bases electorales impuestas por ellos, por ejemplo, el municipio Altures de Amazona lleva el doble de representantes, a la Asamblea Constituyente, que el municipio Sotillo del estado Anzoátegui, que tiene el doble de habitantes. El municipio Tucupita de Delta Amacuro, llevaría 2 representantes, igual que el municipio libertador con 20 veces más población, es decir buscan arreciar la campaña en los municipios donde se requieren menos votantes y repartir bolsas de los CLAP semanalmente y dejar los municipios de mayor población sin las mismas o repartirlas cada dos meses.
Por otra parte, los sectores que tendrán representación y mayor cantidad de representantes fueron escogidos caprichosamente por Maduro, destacando aquellos sobres los que ejercen mayor control y pueden ser más fácilmente manipulables y comprables, ya los ves repartiéndole, a esos sectores, bolsas de comida generosamente. De tal manera que, algunos venezolanos votaremos una vez y otros podrán hacerlo dos y hasta tres veces En definitiva las bases electorales impuestas sólo buscan imponer la voluntad de una pequeña minoría fraudulentamente, sobre la opinión mayoritaria de los venezolanos.
El poder originario, absoluto y totalitario de esa Asamblea constituyente, que podrá gobernar sin límite alguno en su mandato y en el tiempo. Podrá disponer cárcel para el que proteste, como en Cuba, pudiendo inclusive, elegir como presidente al propio Diosdado Cabello, sin consultar el país. Y como el tiempo de su mandato no está limitado, podrán prolongar su mandato por meses o años.
La Constitución actual la cuestiono, pero la respeto, porque fue aprobada democráticamente. Tenemos el deber y la obligación de garantizar el acatamiento de la misma, e impedir que el fraude que Maduro y Tibisay se convierta en una realidad, por el presente y el futuro de las nuevas generaciones.
Esa Asamblea Constituyen hay que combatirla, con fuerza, determinación y pasión, pero pacíficamente: porque es la manera más eficaz de tocar la conciencia del mundo y de los venezolanos y venezolanas de las FANB. Asumiendo todos los riesgos que haya que asumir,
porque todo es preferible a tener que vivir bajo una dictadura comunista, como la de Cuba, que es lo que pretenden Maduro y los suyos
Sobre el autor:
Raúl Zapata
C.: 3669126
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Contador público egresado de loa UDO, posgrado en Estudios Avanzados en gobernabilidad y Gerencia Pública egresado de la UCAB y Diplomado en Mercadeo egresado de la U. Metropolitana