Mensaje a la OEA
Por
Gustavo Coronel
Se requiere con urgencia una Organización de Estados Democráticos Americanos, OEDA
La tragedia venezolana sigue su camino hacia la guerra civil bajo la mirada impotente de la OEA. Ayer, un grupo de gobiernos irresponsables: Nicaragua, Bolivia, Dominica, Saint Kits y Nevis y San Vicente votaron en contra de una resolución de la organización en la cual se criticaba al narco-régimen venezolano. Los gobiernos de Ecuador, El Salvador, Granada, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago y Antigua y barbuda se abstuvieron, lo cual representó un bloqueo de la resolución, ya que eran necesarios 23 votos para aprobarla. El resto de los gobiernos, 20 en total, representando el 95% de los habitantes de la región, aprobaron la resolución.
Esa incapacidad para actuar en contra de un estado forajido prueba, más allá de toda duda, que la OEA se ha convertido en una organización que viola sistemáticamente su propia Carta. Esta OEA no juega ningún papel positivo. Peor aún, se ha convertido en una organización que permite que un estado miembro asesine, aprisione y persiga ciudadanos inocentes con impunidad. Esos países que se abstuvieron o votaron en contra de la resolución tendrán sus manos llenas de sangre de ciudadanos quienes luchan por su libertad. Estos gobiernos serán despreciados para siempre, esa traición nunca será olvidada.
Si la región desea actuar en línea con principios y valores de libertad y democracia que son la razón para la existencia de una organización regional válida, debe abandonar la actual OEA y crear una Organización de Estados Democráticos Americanos, OEDA, la cual pueda actuar en defensa de la democracia y de la libertad sin la obstrucción de gobiernos cobardes y mercenarios.
Solo una Organización de Estados Democráticos Americanos, efectivamente comprometida a defender la democracia y la libertad puede ser genuinamente representativa de nuestros pueblos. Lo que existe hoy es una mezcla inmiscible de gobiernos democráticos y de gobiernos que solo atienden a sus intereses egoístas, en violación d los principios que forman la columna vertebral de la organización. Estos gobiernos mercenarios no tienen papel alguno que jugar en una organización verdaderamente democrática y deberían formar su propia organización, llamada Organización de Estados Mercenarios Americanos, OEMA, con sede en La Habana o en Caracas, donde puedan llevar a cabo todas las violaciones de los derechos humanos que deseen.
¿Si lo que está sucediendo en Venezuela no es suficiente para obligar a la región a actuar, entonces que será lo necesario?
Fuente: http://lasarmasdecoronel.blogspot.com