Karpathos:
De entre las olas emerge, elegante y fuerte, la dama orgullosa del sur
por
Thaleia
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Karpathos pertenece al complejo del Dodecaneso. Es la más intima amiga de Creta. Al sur-oeste de Karpathos encontramos la pequeña isla de Kasos que está protegida por la majestuosa Creta y la fuerte Karpathos.
Larga y estrecha con una columna vertebral de montañas (de altura máxima de 1,200 metros) ofrece al visitante una variedad infinita de trayectos y paisajes. Uno puede contemplar la puesta del sol en la playa, una tarde de verano, y unos minutos más tarde es posible llegar en coche a la niebla de la cima de las montañas.
Su belleza salvaje afortunadamente todavía no está conquistada por el turismo de masas. Las vacaciones en Karpathos están destinadas a las personas que buscan la aventura, admiran la naturaleza, y aman las actividades deportivas. En el sur de la isla, los amantes de los deportes acuáticos de todo el mundo vienen para practicar windsurf, kitesurf etc. En el norte, en las montañas, los visitantes pueden pasar un día en unos pueblos tradicionales (Mesohori, Lefkos, Finiki) que conservan hasta hoy su color del pasado. Entre ellos, el más conocido es Ólimbos. En este pueblo escondido entre las montañas, las mujeres siguen llevando su ropa tradicional y están listas para dar la bienvenida a los que visitan el pueblo.
Del puerto del norte, Diafani, la única salida del pueblo Ólimbos al mar, caiques empiezan sus excursiones diarias hacia Saria, la parte más septentrional de la isla Karpathos que está separada de ella por un Estrecho de 100 metros de ancho. Esta isla de los 45 habitantes, la mayoría de los cuales son cientificos, pertenece al programa Natura por eso allí encontramos especies raras de aves y animales.
Playas que pueden satisfacer todos los gustos rodean la isla. Desde Amoopi (playa grande y playa pequeña), Ahata, Kira Panaya que son perfectas para los niños hasta la hermosa Apella, el oculto Araki y el salvaje Makri Gialos.
En el puerto y capital (Pigadia), la parte más moderna de la isla, encontramos tavernas, restaurantes y bares. La comida es sabrosa y los cócteles muy ricos. No olvidéis degustar Makarounes con cebolla.
En barco (si tenéis paciencia) o en avión, desde el momento que llegáis a esta isla tranquila pero llena de aventuras, ¡no hay otro camino que hacia unas vacaciones inolvidables!
