Tal vez no se imaginó Moisés Naim al publicar su libro “Ilícito” en el 2005, al plantearse la lucha desigual de los gobiernos en contra de las redes delictivas globales, que estas podrían ser… ¡el mismo gobierno! El narcotráfico, el terrorismo, el blanqueo de capitales, y muchas cosas ilícitas planteadas en ese libro pero ahora gobernando un país. Eso cambia completamente la perspectiva de cómo el mundo puede combatir eso. Creo que Naim debería considerar publicar una versión actualizada de ese fascinante libro bajo la luz de la actual realidad venezolana.
Hace más de un año, en una entrevista realizada por Naim a la llamada “Fiscal de Hierro” norteamericana, Bonnie Klapper, la ex funcionaria daba como anécdota una entrevista con un narcotraficante colombiano: “BK:…le pregunté cómo llevaba las drogas del puerto a Caracas, o de Caracas al lugar adonde lo transportarían a otros países, y a quién tenían que pagarle. El traficante me miró y me dijo: doctora no entiendo la pregunta. Le dije, usted tuvo que pagarle a la policía para que no le decomisaran la mercancía, y el me respondió: no doctora, usted no entiende. Nosotros le pagábamos a la policía y ellos transportaban la droga. Cuando teníamos envíos grandes les avisábamos a la policía antinarcóticos del puerto para que ellos pudieran sacar la mercancía del puerto en los carros de la policía. NM: Lo que usted nos está diciendo es que en Venezuela las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional, la policía y el sistema de la policía política, etc., no están controlados por los narcotraficantes, ¡ellos son los narcotraficantes! BK: Son los narcotraficantes. He oído decir que Venezuela es un narco Estado. Hay mucha gente maravillosa en Venezuela, la gran mayoría, pero si uno mira el sistema policial, el Ejercito, sin ellos el negocio no existiría. Ellos aceptan sobornos y transportan la droga…” (ver Entrevista de Moisés Naim con Bonnie Klapper, https://youtu.be/Kd0PYJepM2c – Caso de Venezuela min 18:05). Y de acuerdo a lo que está saliendo a la luz pública han hecho algo más que eso
En otras palabras, los carteles internacionales de la droga no se mueven en Venezuela como en cualquier otro país. Se quedan afuera. Negocian con el gobierno, no como unos criminales que compran a funcionarios como en otras partes, sino de igual a igual. Las implicaciones de eso son infinitas para cualquier red delictiva que pueda ponerle las manos a una posición de poder. No es que haya funcionarios comprados por el delito, son ellos los dueños del negocio y que además manejan el poder. Desde el blanqueo de capitales a través de nuestra principal industria hasta la emisión de bonos públicos. Esto es un fenómeno nuevo a escala global y el desencadenante de una serie de mecanismos que afectarán a nuestro país en el cortísimo plazo.
Pero esas redes necesitan tener una máscara para gobernar. Ese parapeto lo provee la tapadera del “socialismo” ideologizante, y ahora a través del cambio constitucional provisto por un fraude constituyente, que para ellos significa la perpetuación en el poder. La Constitución de 1999 ya no sirve para sostenerse, aunque bastante les sirvió. Ahora necesitan otro tipo de sistema que los atornille en el poder para afianzar las posiciones ya adquiridas, y eso solo lo pueden hacer con una Constituyente. Todo esto bajo las narices de todos los gobiernos del planeta y de la propia oposición del país que por torpeza o interés nunca quiso ver este fenómeno como lo que realmente es. Lamentablemente el cáncer ha avanzado lo suficiente para haber neutralizado todo vestigio de poder salir del problema con anticuerpos propios, a pesar de las múltiples advertencias.
La actual situación de Venezuela ya se ha escapado de nuestras fronteras y sus soluciones, al igual que el grave problema que representa, se están dilucidando ahora fuera de nuestro país, poniendo en alerta a todo el continente.
El gobierno de los Estados Unidos montó una gira latinoamericana, encabezada por el Vicepresidente Mike Pence, para intercambiar opiniones con los diferentes gobiernos visitados acerca de crisis venezolana. Que yo recuerde esto es un hecho completamente insólito en Latinoamérica después que Cuba amenazara la paz mundial al intentar instalar cohetes nucleares a pocos kilómetros del territorio norteamericano. Maduro ya logro despertar al gigante dormido, tal como expresara el Almirante Isoroku Yamamoto luego del ataque a Pearl Harbor. Ya es un hecho que los norteamericanos consideran el régimen de Nicolás Maduro como una amenaza a su seguridad nacional y a la seguridad latinoamericana.
En una muy reciente entrevista realizada por “El Citizen” Leopoldo Castillo en Miami, al periodista Casto Ocando, especializado en temas de inteligencia norteamericana, muy informado acerca de la situación USA-Venezuela indico que “…Venezuela tiene el record en este momento de los peores casos de lavado de dinero en el mundo, en la historia. Hay un centro que analiza todos los casos de lavado de dinero en el mundo que está en Suiza, y de lejos Venezuela es el que más casos de lavado de dinero tiene. Y esto es una amenaza real porque estamos hablando de redes donde puede entrar dinero de la droga para el terrorismo, es decir que esto tiene repercusiones de alcance global…Por primera vez carteles de la droga controlan el gobierno, controlan el Ejercito, controlan las instituciones. Y tú te puedes imaginar que significa que hubiese hecho Pablo Escobar si tuviera en control de PDVSA o el Banco Central de Venezuela, y por mucho menos de eso Estados Unidos persiguió implacablemente a Pablo Escobar. En Venezuela tenemos una operación de narcotráfico posiblemente 10 veces peor que la de Pablo Escobar. En las agencias (gubernamentales norteamericanas) una de las decisiones que se está tomando es si designar a Venezuela o a las organizaciones venezolanas, PDVSA o posiblemente el Banco Central como organizaciones criminales…” (Relaciones de EEUU y Venezuela – El Citizen 20-08-2017 Seg 02, min 3:40, en https://youtu.be/C-Hcaw9SrCQ).
¿Se dan cuenta de la gravedad? ¿Ven ustedes de lo que estamos hablando aquí? Aquí no se trata de si los venezolanos estamos en una dictadura hiperinflacionaria, pasemos hambre o si la Guardia Nacional está matando a nuestros muchachos que protestan en las calles, o si se mueren los niños y los ancianos en los hospitales de Venezuela por falta de medicinas. No señor. Es que de acuerdo a la perspectiva de la primera potencia militar del planeta, nuestro país lo han convertido en un serio riesgo para la seguridad hemisférica.
El solo hecho de colocar a PDVSA o el Banco Central de Venezuela en la lista OFAC hace que al país no le entre ni un centavo por concepto de venta de crudo. No es necesario siquiera que nuestros clientes en los Estados Unidos dejen por cualquier causa de comprar petróleo, es que no podríamos movilizar ni un dólar de nuestras cuentas en cualquier banco del mundo. De acuerdo con recientes informaciones ya Cuba está negociando con México un acuerdo petrolero, con líneas de crédito incluidas, para que se baje del barco venezolano. Solo hay que imaginarse de donde está saliendo esa presión (ver la misma entrevista de El Citizen).
Esto concuerda perfectamente con una frase acuñada por el Dr. Diego Arria en una reciente entrevista en Miami en el programa “Oswaldo Comenta”: “Venezuela es una narco tiranía militarizada que acaba de montar el Cartel fundamental que es la Constituyente” (Oswaldo Comenta: Entrevista a Diego Arria, 20-08-2017, Parte 2 – https://youtu.be/AEW0NGfaNO0, min 7:44) (Recomiendo ver el programa completo en (Parte 1 – https://youtu.be/kPtjp3c0OAY, Parte 3 – https://youtu.be/bAgebaiTqzo, Parte 4 – https://youtu.be/UYircpy77V0, y Parte 5 – https://youtu.be/DLefmLi2KU0).
Esta grave afirmación confirma las conclusiones a las que está llegando la comunidad internacional cuando se instala una Asamblea Nacional Constituyente de manera inconstitucional y fraudulenta, sin la convocatoria del pueblo, que consolida ese cartel fundamental que señala Diego Arria, y ahora constatado por todo el continente. Ahora la información que llega de todas partes apunta a que se está considerando seriamente una intervención directa o unas sanciones mucho más graves de las que hemos visto hasta ahora a nuestro país. Esto lo ratifica el propio periodista Casto Ocando al afirmar lo que ya la comunidad internacional está percibiendo: “En Venezuela lo que hay es una organización criminal a cargo, más que un gobierno legítimamente electo…” (ver Entrevista a @cocando –El Citizen 20-08-2017 Seg 03, en https://youtu.be/4vLhqMdQxLQ). Esto hace que situación venezolana se haga insostenible.
Al haberse convertido el problema venezolano en un problema global por la misma circunstancia de su origen delictivo internacional, las soluciones serán también globales. Los graves problemas de los venezolanos quedan convertidos así en una mera consecuencia de un problema global. La oposición venezolana miope podrá celebrar todas las elecciones que quiera con el régimen; y ese hecho ahora transparente –y hasta intrascendente-, lo que hará será alargar y agravar la situación, no solo desde la perspectiva de la solución interna de nuestros graves problemas, sino peor aún, desde la perspectiva de la seguridad del continente. Y esos problemas mis queridos amigos, ya escaparon de nuestras manos –ustedes sabrán a quien culpar-, quedando a lo sumo para nosotros solamente comprenderlos sin pretender ser un obstáculo. Estos problemas se encuentran ahora a cargo de fuerzas mucho más allá de de nosotros. De lo que si estoy seguro es que cualquier cosa que pase en Venezuela alterará la percepción del mundo libre acerca de la fragilidad de la libertad y de lo que habrá que hacer de ahora en adelante para preservarla en un mundo cada vez más inseguro…