Vicepresidente de Colombia: El cártel de los Soles es manejado por altos oficiales de las Fuerzas Armadas
Óscar Naranjo aseguró que la organización criminal “maneja el tráfico de cocaína” desde Venezuela
La comunidad internacional mantiene el foco puesto en el tráfico de drogas proveniente de Venezuela. Óscar Naranjo, vicepresidente de Colombia, denunció que el cártel de los Soles es el encargo de manejar el tráfico de cocaína.
“Es una organización criminal, de altos oficiales de las fuerzas armadas venezolanas, que durante años han estado en la lupa de las autoridades norteamericanas”, señaló el funcionario colombiano en una entrevista con el diario El Tiempo.
Y agregó: “Esperemos que la justicia internacional sea capaz de procesar al llamado cartel de los Soles, que desde hace años maneja el tráfico de cocaína a gran escala”.
Naranjo reconoció, además, que el gobierno de Juan Manuel Santos siempre tuvo la sospecha de las actividades de ese cártel.
Por su parte, atribuyó a un factor cambiario el aumento de los cultivos de coca y no a la dedicación del Gobierno al proceso de paz, iniciativa que terminó con la desmovilización de las FARC, guerrilla hoy convertida en partido político.
El secretario adjunto de Estado de EE.UU. para Seguridad y Lucha Antinarcóticos, William Brownfield, dijo la semana pasada en una comisión del Senado de ese país que el Gobierno del presidente Santos descuidó la lucha contra el narcotráfico en los últimos seis años para lograr el acuerdo de paz.
“No es atribuible exclusivamente a eso, es multicausal. Una de las razones fundamentales del crecimiento tiene que ver con la depreciación del peso frente al dólar; pasamos de un dólar de 1.800 (pesos) a uno de 3.000 (pesos); ese es un incentivo atractivo para las mafias, para promover la siembra y producir más coca”, opinó Naranjo.
Naranjo detalló que otros factores que contribuyeron al aumento de los cultivos ilícitos fue que las FARC propagaron la idea de que si la gente tenía cultivos, el Estado iba a llegar a ayudarlos económicamente.
Además, “el precio del oro en el 2012 era altísimo, y mucha economía criminal migró hacia esta renta criminal; luego, el precio del oro cayó y volvieron por los cultivos ilícitos”.
ENTREVISTA COMPLETA AL GENERAL OSCAR NARANJO
“Aumento de cultivos no es atribuible al proceso de paz”: Naranjo
El vicepresidente explica las razones del aumento de la superficie sembrada con cultivos ilícitos.
El vicepresidente de la República, general (r) Óscar Naranjo, irá el mes entrante con la canciller María Ángela Holguín a Washington para presentar, ante todos los estamentos de gobierno de ese país, los avances que a esa fecha tendrá nuestro país en la reducción del área de cultivos de coca en nuestro territorio, así como en rebajar la producción de cocaína.
El vicepresidente Naranjo anunció también la aplicación inmediata de una política de “zanahoria para quien sustituya cultivos y garrote para quien no lo haga”. Naranjo pide también que en vez de hablar de diferencias, ambas naciones fortalezcan su unión en la lucha contra la droga.
¿Qué le pareció la amenaza del presidente Trump?
Durante 30 años, Colombia combate el narcotráfico por una convicción ética y política. La declaración del presidente Trump, más que una amenaza, es la expresión de una gran preocupación que compartimos sobre el tema de los cultivos ilícitos. Colombia puso en marcha una estrategia con dos componentes: erradicación forzosa y sustitución voluntaria.
¿El crecimiento de cultivos es atribuible, como dicen ellos, al acuerdo de paz?
No es atribuible exclusivamente a eso, es multicausal. Una de las razones fundamentales del crecimiento tiene que ver con la depreciación del peso frente al dólar; pasamos de un dólar de 1.800 a uno de 3.000; ese es un incentivo atractivo para las mafias, para promover la siembra y producir más coca.
¿El acuerdo de paz ayuda a la reducción de cultivos?
Sin duda, lo que hicieron las Farc durante 30 años fue presionar a los campesinos para estimular la producción, y luego cobraban lo que llamaban “impuesto de gramaje”. Hoy, las familias se sienten libres, y 105.000 de ellas ya han firmado acuerdos colectivos de sustitución voluntaria.
¿Cuáles son las cifras reales en materia de cultivo y producción de cocaína?
La cifra oficial es la que se produce a través del Sistema de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Naciones Unidas (Simci), cuyo informe dijo que para el año 2016, Colombia tenía 146.000 hectáreas cultivadas de coca que producían alrededor de 800 toneladas métricas de cocaína. Cifras al 31 de diciembre del año pasado.
Comparando con hace 5 años, ¿eso cuánto creció?
La cifra más baja de cultivos se obtuvo en el año 2012 con 48.000 hectáreas de cultivos ilícitos; pasamos a 146.000, hubo un crecimiento de 98.000 hectáreas.
¿Pero por qué?
Uno: lo que se nos ha dicho es que las Farc propagaron por todo el territorio la idea de que si la gente tenía cultivos, el Estado iba a llegar a ayudarlos, y allí hubo un incentivo; dos: la devaluación del peso frente al dólar, como dije; tres: el precio del oro en el 2012 era altísimo, y mucha economía criminal migró hacia esta renta criminal; luego, el precio del oro cayó y volvieron por los cultivos ilícitos.
¿La sustitución de cultivos ha funcionado?
Lo que estamos diciéndole a los Estados Unidos y al mundo entero es que Colombia se merece la oportunidad de probar que sin conflicto armado en los territorios, la sustitución voluntaria funciona, es un programa muy reciente.
Pero, mientras triunfa la sustitución, ¿qué se va a hacer para combatir los cultivos?
Las Fuerzas Militares y la Policía deben erradicar a 31 de diciembre 50.000 hectáreas de manera forzosa.
¿Qué quiere decir de manera forzosa?
Que donde no haya sustitución voluntaria de cultivos y se persista en sembrar, allá vamos a llegar a arrancar las matas. Del 1.º de enero a hoy se han erradicado 32.000 hectáreas, es decir, el 64 % de la meta, lo que asegura que vamos a cumplir lo programado al 31 de diciembre.
¿Todo será erradicación forzosa?
No. La meta es de 50.000 hectáreas de sustitución voluntaria y 50.000 forzosas. Estamos hablando de 100.000 hectáreas que vamos a impactar; pero, como siempre hay un proceso de resiembra, estimamos que el impacto real puede ser de unas 80.000 hectáreas cuando cumplamos en erradicación y sustitución.
Nosotros reconocemos el problema
¿Todo esto demuestra que sí tiene razón la queja del Gobierno de Estados Unidos?
Nosotros reconocemos el problema y, lejos de entrar en una discusión, lo que tenemos que hacer es trabajar conjuntamente para enfrentarlo.
La Embajada de Estados Unidos en Colombia dijo en una declaración que a pesar de lo hecho, “se necesita hacer más”. ¿Es así?
Estamos haciendo más y haremos cada día más, porque la estrategia tiene dos componentes: erradicación forzosa y sustitución, y aumento de la capacidad de interdicción; este año se han ejecutado 125 capturas con fines de extradición. Es una estrategia integral contra cultivos ilícitos, contra laboratorios, contra las mafias y sus estructuras, y que ataca sus finanzas. Compartimos la preocupación de Estados Unidos en el sentido de que el crecimiento de los cultivos es intolerable.
El Gobierno hará todo lo que sea necesario para erradicar y reducir las siembras.
¿Qué significa ‘lo que sea necesario’?
Hemos reunido por primera vez 42 instituciones del Gobierno con agencias norteamericanas y Naciones Unidas que estarán 15 días, lideradas por la Vicepresidencia, en un ejercicio de revisión estratégica y de innovación para mejorar las capacidades y presentar mayores resultados.
¿Cuál es el objetivo?
Estados Unidos y nosotros compartimos la preocupación del crecimiento de los cultivos; nuestra reacción es ocuparnos y producir resultados con una estrategia eficaz para salir de un debate que nos parece puede hacer daño porque tenemos que proteger que el apoyo bipartidista de republicanos y demócratas no se debilite, que no se deteriore la confianza entre las autoridades y que los resultados sean cada vez más crecientes en una visión de corresponsabilidad; nosotros hacemos una parte, pero Estados Unidos y el continente tienen que hacer más.
Dentro de la nueva estrategia, ¿qué les espera a quienes siguen sembrando?
Seremos implacables: zanahoria para quienes abandonen el negocio y garrote para las mafias que quieran persistir en los cultivos industriales de coca.
Todas las tareas de erradicación son manuales…
Sí. Se están erradicando entre 130 a 150 hectáreas diarias. Hay cerca de 8.000 militares, policías y erradicadores civiles haciendo esta tarea. La Vicepresidencia lleva la cuenta día a día; nosotros controlamos en qué región, con qué capacidad, con cuántos militares, con cuántos policías, con cuántos civiles están erradicando.
El Gobierno estadounidense dijo que, aparentemente, lo que produjo el crecimiento tanto de cultivos como de producción de cocaína fue la dedicación casi exclusiva del Gobierno de Colombia a la paz, ¿eso es así?
Cuando se revisan globalmente los resultados, tengo que decir que no, porque en estos siete años de Gobierno, mientras se negociaba la paz con las Farc, Colombia aumentó las toneladas incautadas de cocaína, aumentó el número de capturados con fines de extradición, aumentó la intervención para aplicar extinción de dominio a las finanzas del narcotráfico y aumentó el ataque contra estas organizaciones.
Yo no creo que Colombia llegue a ser descertificada
Pero aumentaron también los cultivos…
Pero no se puede decir que bajamos la guardia contra el narcotráfico. Por eso digo categóricamente, yo no creo que Colombia llegue a ser descertificada.
Es decir, ¿usted afirma que no solo no habrá descertificación, sino que se vigorizará la unión con Estados Unidos para la lucha?
Sí, hay una preocupación por los cultivos mutua, pero esa preocupación no es determinante en mi opinión para afectar la relación entre ambos países.
¿Venezuela, que ha sido descertificada, es una ruta de exportación?
Sí, Venezuela es una ruta grande de exportación.
¿Y ahí qué se puede hacer?
Esperemos que la justicia internacional sea capaz de procesar al llamado cartel de los Soles, que desde hace años maneja el tráfico de cocaína a gran escala.
¿Qué es el cartel de los Soles?
Entendemos que es una organización criminal, de altos oficiales de las fuerzas armadas venezolanas, que durante años han estado en la lupa de las autoridades norteamericanas.
¿Pero nosotros tenemos conocimiento de que eso es así?
Nosotros hemos tenido siempre la sospecha de que eso es así.
El exministro y hoy candidato Juan Carlos Pinzón, a quien muchos han señalado de ser el responsable del aumento de cultivos que se presentó durante su gestión como ministro, ha señalado que todo ocurrió después de él…
Yo no quiero referirme a eso porque sé que él está en campaña política, y en esa circunstancia se usan muchos argumentos; él conoce bien dónde está el origen, cuál fue el comportamiento en la lucha contra el narcotráfico, pero está en campaña y, desde luego, está en su derecho de opinar.
En general, ¿a usted qué le pareció la declaración del Gobierno de EE. UU.?
Francamente me tomó por sorpresa; una decisión y unos párrafos tan duros alrededor de la evaluación de Colombia. Me produce tristeza porque siempre hemos trabajado de manera conjunta, de la mano hemos ido en esta lucha; sé que las agencias norteamericanas que combaten el narcotráfico son conscientes de nuestros grandes esfuerzos, y lo que espero es que muy rápidamente, con nuestros resultados, desaparezca esa preocupación de los cultivos ilícitos y volvamos por lo que hemos hecho durante los últimos años, entendernos como aliados y entendernos con base en la confianza.
Pero confieso que me causó desconcierto ver dos párrafos llamando tan fuertemente la atención sobre Colombia cuando eso habría podido decirse de manera distinta.
¿Eso de que estuvimos a punto de…?
Sí, estuvimos a punto de, y ese “a punto de…” todavía no logro entenderlo; no tenemos sino una historia compartida de resultados.
¿Qué piensa usted sobre cuál fue la razón por la que Trump se detuvo?
No lo sé, pero me ha llamado la atención la mención que hace de que no nos descertifica por el buen desempeño de las fuerzas militares y de la policía, pero parece no caer en cuenta de que los militares y policías en Colombia no se gobiernan solos, ellos hacen lo que hacen porque el presidente ordena, y si el Gobierno americano valora lo que hacen militares y policías, tiene que valorar desde luego lo que hace el jefe, que es el comandante supremo, el presidente Santos; aquí no hay gobiernos paralelos: uno de militares y de policías y otro civil.
¿Y usted piensa ir a Estados Unidos a tratar el tema?
Sí, es conveniente ir a presentar allá cifras concretas e incontrovertibles y resultados irrefutables; iremos cuando estemos en el 70 % de la meta de la erradicación forzosa, cuando tengamos números precisos sobre cómo avanza la sustitución de cultivos ilícitos.
Concretamente, ¿qué piensa hacer?
Hablar con congresistas, ir al Departamento de Estado, supone ir a la propia Casa Blanca con el Consejo de Seguridad Nacional, hacer un recorrido por cada una de las agencias norteamericanas, el FBI, la DEA.
¿Y esta delegación estará precedida por usted?
Por mí y la canciller. Finalizando el mes de octubre esperamos estar allá.
Fiscal de la corte penal internacional, satisfecha