La impactante caída de Harvey Weinstein, el acosador sexual de Hollywood
Por: Vera Anderson
La cultura del silencio y el miedo mantuvieron las agresiones sexuales del productor como un secreto a voces.
Con poco más de 20 años de edad –y recién llegada a Hollywood– conocí a un productor de cine en una entrevista de trabajo, quien, durante nuestra reunión, me invitó a pasar el fin de semana en Hawái con él. Sorprendida por la situación, le pregunté a una amiga cómo podría rechazar esta invitación sin insultar al hombre, ya que la oferta de trabajo me interesaba. Ella llevaba años trabajando en la industria y me recomendó ir al viaje. “Sólo te tomará cinco minutos y ni siquiera te vas a despeinar”, dijo, desestimando el inevitable encuentro sexual. Sobra decirlo pero no fui al viaje; mucho menos me despeiné por esa situación y no, tampoco obtuve el trabajo. Pero siempre recordaré cómo me hizo sentir esa conversación…
Esta actitud de “siempre han sido así las cosas” es lo que ha silenciado a las mujeres en lo que respecta a este tipo de comportamiento depravado e intimidatorio en sus áreas de trabajo. Sabemos que el acoso existe, pero rara vez hablamos de ello. Y aquí estamos, impactados –pero no sorprendidos– luego de que el 5 de octubre pasado, The New York Times publicara una historia acerca del productor ganador del Oscar Harvey Weinstein y sus décadas de conductas sexuales por demás inapropiadas. Las acusaciones incluyen invitaciones lascivas, exhibiciones indecentes, abuso de poder, y hasta un vergonzoso episodio de masturbación en el que productor eyaculó en la maceta de una planta, todo en un área común y frente a una joven reportera (un artículo de The New Yorker incluso ha añadido acusaciones de manoseos, agresiones sexuales más serias e incluso violación, además de sumar a figuras como Asia Argento a la lista de víctimas).
La historia en The New York Times presentó los relatos de figuras como las actrices Ashley Judd –quien fue a su cuarto de hotel para un desayuno de negocios y después tuvo que rechazar la invitación de observarlo tomar una ducha– y Rose McGowan: dos de las ocho mujeres que recibieron dinero a cambio de su silencio. Tanto en el reportaje de los periodistas del Times, Jodi Kantor y Megan Twohey, como en el de The New Yorker, la mayor parte de las víctimas no contaron sus historias en ese momento porque él era un hombre poderoso y ellas querían trabajar. Pero McGowan no se quedó callada, declarando en una serie de tuits el año pasado que el jefe de un estudio anónimo la violo en un cuarto de hotel en el Festival de Cine de Sundance pero que ella no había reportado el crimen porque una abogada le dijo que “ya que había hecho una escena de sexo en una película, nunca podría ganar en contra del productor“. Cuando salió la historia del NY times, ella tuiteó: “Señoritas de Hollywood, su silencio es ensordecedor”. Después, junto con una foto de ella misma pero más joven, publicó: “Esta es la niña que fue lastimada por un monstruo. Esto es quien eres avergonzándote de tu silencio”.
¿Decenas de mujeres agredidas y nadie sabía nada? ¿O quizás toda la industria decidió mirar hacia otro lado? Según los recuentos de testimonios que presenta The New Yorker, el comportamiento inadecuado de Harvey era el secreto a voces mejor guardado de The Weinstein Co. y quizá de Hollywood. Sin embargo, Meryl Streep afirmó que “no todos sabían acerca de esto. Yo no sabía”, admitió en un comunicado de prensa. “Estoy sentada aquí, profundamente molesta, reconociendo que, por muchos años, estuve al tanto de algunos rumores sobre que Harvey Weinstein solía comportarse de manera inapropiada con las mujeres”. Otras celebridades rápidamente expresaron su indignación, como Judd Apatow, Judi Dench, Lena Dunham, Jennifer Lawrence etc. Gwyneth Paltrow y Angelina Jolie incluso se declararon víctimas de abuso por parte de Weinstein. A pesar de que, de acuerdo con The Guardian, una gran mayoría de actores y directores masculinos cuyo trabajo está o ha estado ligado a Weinstein (y quienes han sido contactados por el medio de comunicación) se han mantenido en silencio, entre los actores que sí han levantado la voz –Mark Ruffalo, Colin Firth, Michael Keaton, Leonardo DiCaprio y George Clooney– hay indicios de que, en efecto, se trataba de algo que se rumoraba, pero que se desestimaba debido a que nadie parecía tener la evidencia ni los testimonios confiables.
Clooney dijo a The Daily Beast: “Mucha gente está haciendo eso de ‘Tu debías saberlo’ justo ahora. Si lo que me estás preguntando es si yo sabía que alguien, quien es muy poderoso, tenía una tendencia de abusar de jóvenes y bellas mujeres, pues seguro, he escuchado rumores, y los rumores en general comenzaron atrás en los 90s, y ellas fueron esas ciertas actrices que habían dormido con Harvey para obtener un papel. Eso parecía como una forma de desprestigiar a las actrices y degradarlas diciendo que ellas no obtuvieron el trabajo basándose en sus talentos, entonces tomé esos rumores con un grano de sal. Pero la otra parte de esto, la parte que nosotros estamos escuchando ahora sobre mujeres que están siendo pagadas, yo no sabía nada acerca de eso. No conozco a nadie que lo hiciera. Eso es todo otro nivel y no hay ninguna manera que puedas reconciliar eso. No hay nada que decir excepto que eso es indefendible”.
George Clooney fue una de las primeras figuras masculinas prominentes de Hollywood en condenar los actos de Weinstein.
Si en Hollywood nadie tenía conocimiento del grado y el alcance de las agresiones sexuales de Harvey Weinstein, ¿que hay de los periodistas y los medios de comunicación? De acuerdo con el artículo de The New Yorker, el obstáculo principal de un reportaje de este estilo siempre fue el acceso a evidencia y, sobre todo, a víctimas que estuvieran dispuestas a hablar con la prensa y ser nombradas en el artículo. La mayoría estaban aterradas o habían firmado acuerdos de confidencialidad. La exreportera de The New York Times, Sharon Waxman, por su parte, afirmó que ella escribió la historia en 2004, pero Weinstein, con ayuda de Russell Crowe y Matt Damon, intimidaron al periódico hasta eliminar el reportaje. Y aunque el actual editor del diario ha desmentido esta historia –incluso Matt ha hecho lo propio en una versión convincente aunque ingenua– la polémica ha permeado Hollywood, provocando reacciones encontradas. Jessica Chastain, por ejemplo, tuiteó que la revelación acerca de Damon le había roto el corazón. Ben Affleck ya ha sido acusado también de tocar indebidamente a Hilarie Burton (y también se ha disculpado)y, por otro lado, la diseñadora Donna Karan salió en defensa de su amigo Harvey e inexplicablemente culpó a las mujeres acosadas por vestir de forma seductiva. “¿Qué es lo que están buscando? Problemas”, afirmó.
Cuatro días después de que la historia saliera a la luz, Harvey Weinstein, uno de los hombres más poderosos de Hollywood, campeón del cine independiente y promotor de políticos progresistas en EE.UU., escribió un correo suplicando apoyo y tiempo para poder rehabilitarse; al mismo tiempo que era despedido de la compañía que él fundó con su hermano Bob en 2005. Se disculpó y aceptó parcialmente lo que hizo (dijo que hasta donde él sabía esas relaciones habían sido consensuadas), su esposa ha anunciado que lo dejará y la compañía se encuentra en un estado de crisis (los miembros del comité directivo aseguraron que no sabían nada, a pesar de que The New Yorkerdetalla cómo es que algunos ejecutivos le “arreglaban citas de trabajo” en sus cuartos de hotel).
¿Qué deparará en su futuro? Recordemos, con sus respectivas diferencias, el caso de Bill Cosby y cómo terminó sin un veredicto y con una anulación de su juicio. Otros consentidos de la industria como Joss Whedon o Louis C.K. parecen haber sobrevivido a la tormenta de acusaciones sexuales en su contra sin alguna consecuencia para sus carreras, así como Casey Affleck. Y no olvidemos aquella cinta de video llena de palabras escandalosas y misóginas por parte del entonces candidato –y ahora presidente de EE.UU.– Donald Trump y cómo fue que terminó todo para él.
La historia de Harvey está lejos de terminar. Pero, ¿qué hay acerca de lo que pasará en Hollywood? ¿Realmente cambiará algo? Tal y como tuiteó Laurie Stark, del sitio web Upworthy, no hay que olvidar que The Weinstein Company no despidió a Harvey porque descubrieran que él era un depravado. Lo despidieron porque NOSOTROS nos enteramos…
Ashley Judd rompió el silencio en el artículo de The New York Times.