Gobierno opta por un 155 duro y da por hecho la rebelión de funcionarios
“No hay más remedio que hacerlo”: así fue el Consejo de Ministros del 155
“No hay más remedio que hacerlo”, les dijo Rajoy a sus ministros al exponerles el plan sobre el 155, que descartó otras opciones como disolver la autonomía y el Parlament
Mariano Rajoy inició el extraodinario Consejo de Ministros con una intervención muy similar a la que luego leyó en la sala de prensa, con una frase similar a “no hay más remedio que hacerlo”, una reflexión sobre cómo desde la Generalitat se intentaba desde hace tiempo forzar esta situación y expresiones que, según varios miembros del Gobierno, denotaban firmeza, pero cierto pesar por tener que estrenar un instrumento constitucional inédito como es el artículo 155 de la Constitución, y porque, según su versión, no se hayan atendido sus peticiones de diálogo. El mensaje del presidente a sus ministros fue el de una decisión inevitable, una vez llegados a este punto y tras constatar la imposibilidad de otras alternativas y del diálogo directo.
Luego intervino la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría para abordar detalles técnicos que afectan a cada uno de los ministerios, porque deben asumir competencias autonómicas. Por ejemplo, las referidas a Comercio o Turismo que deben ir a Industria y Economía, respectivamente, o la de gestión del puerto de Barcelona que irá a Fomento, o la de los medios materiales de la Justicia que debe ser asumida por el Ministerio de Rafael Catalá como ya tiene la de otras cinco comunidades que nunca han recibido la transferencia, entre otras. Curiosamente, algunas de esas competencias fueron negociadas y transferidas a Cataluña por Rajoy cuando en 1996 era ministro de Administraciones Públicas y José María Aznar necesitaba los votos de CiU, en cumplimiento del llamado Pacto del Majestic del PP con el partido que entonces encabezaba Jordi Pujol y que ahora le lleva a esta situación límite.
Como explica un dirigente del PP, Rajoy fue entonces el abanderado y ejecutor del diálogo con CiU y PNV; como presidente del Gobierno esperaba pasar a la historia como el que sacó a España de la crisis, sin pedir el rescate a Europa; se empeñó en intentar no pasar por la corrupción y este sábado pasará como el que suspendió el autogobierno de la Generalitat.
La liturgia oficial y formal del Consejo de Ministros siguió cuando, uno a uno, fueron interviniendo casi todos los ministros para expresar apoyo a la aplicación del 155, hasta completar dos horas de reunión. No hubo debate porque el plan llegaba ya muy estudiado y trabajado con las aportaciones de cada ministerio, aunque todavía quedan detalles de dependencia orgánica de instituciones y organismos autónomos de la Generalitat. Solo hubo explicación y desarrollo de su aplicación, porque en algún momento muy reciente la Moncloa barajó un 155 aún más duro en el que, por ejemplo, se disolvía totalmente el Parlament y se suspendía la autonomía catalana, para que toda su administración pasara a integrarse en la estatal. Casi todos los que se sentaron ayer en el Consejo de Ministros desconocían al iniciar la reunión los detalles y en las conversaciones informales previas y posteriores hubo preocupación y la constatación de que la única luz débil de esperanza es que Puigdemont convocara elecciones autonómicas esta semana.
Los últimos días también ha habido dudas sobre los plazos para las elecciones. El PSOE quería limitarlo a tres meses y el líder del PPC, Xavier García Albiol, quería que, incluso, pudiera llegar a un año.
Como explica un ministro, hace mucho que Rajoy tenía sobre la mesa las carpetas con las alternativas y, sobre todo, detallados informes de constitucionalistas y especialistas en derecho administrativo que han colaborado con La Moncloa sobre las formas de aplicación del 155. El presidente del Gobierno ha escuchado y, sobre todo, ha leído muchos papeles y ha graduado con la vicepresidenta y su equipo la aplicación. “A Rajoy no se le presiona, se le dan las opciones que pide a cada uno como si fuera un menú, la vicepresidenta le ayuda a estudiarlo y él decide”, añade el ministro. En ese proceso, hay que incluir el filtro de sus conversaciones con Pedro Sánchez y las reuniones de Sáenz de Santamaría y José Luis Ayllón con la socialista Carmen Calvo, en busca de la dulcificación imposible del 155.
En los últimos días, varios miembros del Gobierno han mantenido contactos extaoficiales y no formales con diferentes miembros del Govern de la Generalitat, para intentar hacerles ver la necesidad de encontrar salidas, sobre todo en forma de elecciones convocadas por Carles Puigdemont, siempre según fuentes del Ejecutivo.