Maduro destituye al único gobernador que no se humilló
Ludmila Vinogradoff
Tras ganar las elecciones, Juan Carlos Guanipa se negó a jurar ante la Constituyente.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, cumplió con su amenaza. Ayer destituyó al gobernador Juan Pablo Guanipa, elegido en las elecciones regionales del pasado 15 de octubre, por negarse a jurar ante la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente, considerada ilegítima e inconstitucional por la oposición, y rechazada por gran parte de la comunidad internacional.
Maduro ha prohibido a las asambleas legislativas regionales tomar juramento a los gobernadores, como lo establece la Constitución nacional, para intentar dar legitimidad a su Constituyente, integrada solo por incondicionales del chavismo. Guanipa, diputado por Primero Justicia, fue el único de los cinco gobernadores opositores elegidos que se negó a jurar ante ella, desafiando las órdenes de Maduro. «Fue un golpe de Estado, un asalto a la voluntad del pueblo zuliano», dijo. En su Twitter, Guanipa precisó que quienes le destituyeron «son los que están en desacato con el orden constitucional, violentando el voto».
Siguiendo las órdenes de Maduro, el Consejo Legislativo de Zulia despojó del cargo al gobernador electo de este estado venezolano. El parlamento regional, de mayoría «chavista», declaró ayer la «vacante absoluta» del cargo de gobernador de Zulia, una vez transcurrido el plazo de diez días que concede la ley para que los dirigentes estatales tomen posesión.
Elecciones locales
En cambio, los cuatro gobernadores opositores que sí aceptaron jurar ante la Constituyente (por los estados de Anzoátegui, Nueva Esparta (isla de Margarita), Táchira y Mérida) sí pudieron prestar juramento ante sus respectivos consejos legislativos. Eso sí, al humillarse ante la Constituyente han provocado una grave fractura en el interior de la Mesa de la Unidad Democrática.
A la vista de que la maniobra chavista de obligar a los cargos electos a someterse ante la Constituyente ha funcionado, fracturando a la oposición, el parlamento ilegítimo decretó ayer que se adelanten y convoquen las elecciones de alcaldes para el mes de diciembre. Lo que volverá a poner a la oposición en la situación de jurar o no sus cargos ante un organismo que rechazan y no reconocen.
Mientras tanto, siguen los desencuentros entre el Gobierno español y el venezolano. El canciller bolivariano, Jorge Arreaza, arremetió contra su homólogo español, Alfonso Dastis, a quien acusó de partidista en las relaciones bilaterales, ejerciendo como «jefe internacional» de la MUD por recomendar a la coalición opositora que mantenga la cohesión interna para alcanzar sus objetivos.
En una ponencia ante estudiantes en la Universidad San Pablo (CEU), en Madrid, Dastis también justificó la iniciativa española en la UE para imponer sanciones al Gobierno de Maduro por la necesidad de «presionar un poco» para «incentivar la negociación». A lo que Arreaza contestó que la actitud de su par español «dista de la de un canciller» por pedir sanciones. El ministro venezolano instó además a España a «concentrarse en sus diversos y complejos problemas internos y respetar las instituciones legítimas de Venezuela».