Un hombre transporta a un pasajero en un bote en el desbordado río Sena, París (Francia) este 25 de enero de 2018. IAN LANGSDON EFE
La crecida del río Sena continúa y este viernes llegaba ya a los 5,60 metros a su paso por París, a la espera de que este fin de semana, en la noche del sábado al domingo, alcance su punto álgido. Este sin embargo no batirá nuevos récords. Según las previsiones tanto de la prefectura de la Policía como del Ayuntamiento de París, el nivel máximo se situará entre los 5,80 y los 6 metros, por debajo de los 6,10 metros a los que se llegó en 2016 y muy lejos aún de la “crecida del siglo” registrada en 1910, cuando el Sena llegó a subir a su paso por la capital hasta los 8,62 metros. Muchos de los museos de la ciudad, como el Louvre o el de Orsay, han tenido que tomar medidas ante la crecida del río.
Aun así, tanto la capital francesa como sus alrededores se preparan para una crecida que lleva días trastornando la vida de miles de franceses y de turistas. El desbordamiento parcial del río que atraviesa la capital francesa y a cuyas orillas se sitúan algunos de los monumentos y museos más importantes del país y del mundo, como el Louvre o el Museo de Orsay, ya ha provocado el cierre de vías de circulación y de numerosas estaciones de transporte público.
La ministra de Cultura, Françoise Nyssen, ha asegurado que, desde el lunes, todos los museos situados a orillas del Sena han empezado a implementar sus planes de protección contra las inundaciones.
El Louvre, aunque permanecerá abierto al público, ya tiene en marcha las “primeras acciones preparatorias de una eventual evacuación de las obras del departamento de artes del islam, que permanece cerrado”, explicó el Ministerio de Cultura. También han sido evacuadas y trasladadas “a talleres situados en plantas elevadas” todas las obras que se encontraban en la Escuela del Louvre y el Centro de Investigación y Restauración de Museos de Francia (C2RMF), cuyas dependencias se encuentran en los sótanos del Louvre. El museo también mantiene una estrecha vigilancia de la situación sobre las áreas donde se guardan obras no expuestas.
El Museo de Orsay mientras tanto ha cerrado las salas del pabellón Amont para poder ubicar allí temporalmente las obras en reserva, hasta que pase la amenaza de la crecida. El Grand Palais está en “alerta de premovilización”, mientras que el Museo de Artes Decorativas y el Museo Jacques Chirac de artes y civilizaciones de África, Asia, Oceanía y de las Américas también están listos para evacuar las obras en reserva “si se presentara el menor riesgo”, aseguró Nyssen.
Los museos no son los únicos puntos turísticos afectados por la crecida del Sena. Hace días que es imposible circular por las zonas paralelas al río —antiguas vías para los vehículos hoy dedicadas a peatones y ciclistas— porque están completamente inundadas. Toda la circulación fluvial está interrumpida, debido a que las aguas están tan altas que resulta imposible circular por debajo de los puentes que unen las dos orillas del río en París. Una medida que ha afectado a los turistas, ya que el tráfico de los bateaux mouches, las barcazas panorámicas desde las que se puede recorrer, a través del Sena, algunos de los tesoros de París —desde la catedral de Notre Dame a la torre Eiffel, pasando por el Louvre o el Orsay— están también inmovilizadas y sus embarcaderos completamente inundados. En vez de selfies con la torre Eiffel o la pirámide del Louvre a sus espaldas, estos días muchas de las fotos de los visitantes de París tienen al desbocado Sena como motivo principal.
La crecida también está complicando el transporte público de la capital. Seis estaciones de trenes ubicadas cerca del río, incluido Saint Michel en el Barrio Latino que atrae a muchos turistas, también se han visto obligadas a cerrar. El Ayuntamiento señaló que también ha cerrado algunos jardines próximos al Sena, como el de la Isla de los Cisnes o el de Tino Rossi, Además, recomendó a los habitantes que no almacenen bienes de valor en las bodegas o en subterráneos, ya que podrían resultar dañados por la subida del nivel.
De forma preventiva, permanecerá interrumpido hasta el 31 de enero el servicio del RER-C, una de las líneas de trenes de cercanías de la ciudad en un tramo que discurre paralelo al río, entre las estaciones de Boulainvilliers y Saint Michel.
Según la prefectura de Policía, la crecida del Sena ha provocado la evacuación de 666 personas en toda la región de Ile-de-France. Más de 1.300 permanecen sin electricidad y otras 300 sin gas debido a que el desbordamiento ha provocado el corte preventivo de estos servicios en algunas localidades. Siete colegios en las afueras de París continuaban también cerrados este viernes.