Maduro lanza una ofensiva contra Estados Unidos y expulsa a dos diplomáticos

Francesco Manetto

 

El encargado de negocios y el consejero político tienen 48 horas para abandonar Venezuela.

Todd Robinson durante una conferencia en Caracas el pasado 18 de mayo.Todd Robinson durante una conferencia en Caracas el pasado 18 de mayo. REUTERS

 

Nicolás Maduro lanzó este martes una ofensiva contra Estados Unidos como respuesta a las sanciones impuestas por ese país y a las condenas de la comunidad internacional a las elecciones presidenciales. El mandatario venezolano expulsó al encargado de negocios de la Administración de Trump, Todd Robinson, y al consejero político, Brian Naranjo, y les dio dos días para volver a Washington. EE UU no tiene embajador en Caracas desde 2010. El anuncio de Maduro, realizado en su acto de proclamación como presidente, supone una advertencia a los países que no reconocieron los comicios.

“Deben irse del país en 48 horas en protesta y en defensa de la dignidad de la patria venezolana”, afirmó el sucesor de Hugo Chávez, al acusar a estos diplomáticos de “conspirar” contra el régimen. “Presentaremos pruebas al país de la conspiración en el campo militar del encargado de negocios de Estados Unidos y su Embajada, de la conspiración en el campo económico y de la conspiración en el campo político. Activo conspirador, abusando y violando la ley internacional”, espetó Maduro durante una comparecencia en el Consejo Nacional Electoral (CNE). Al consejero político le identificó directamente como un hombre de la CIA en Caracas. “Yo repudio todas las sanciones que se pretenden contra la República Bolivariana de Venezuela, porque le hacen daño, generan sufrimiento al pueblo de Venezuela”, insistió.

La semana pasada, a dos días de las elecciones que registraron una abstención sin precedentes del 54%, Estados Unidos endureció las sanciones contra el Gobierno e incluyó en la lista de la Oficina de Control de Activos en el Extranjero (OFAC) al número dos del chavismo, Diosdado Cabello, por sus vínculos con una red de lavado de dinero y narcotráfico. El lunes, además, el presidente Donald Trump, firmó un decreto que impide la compra de deuda del Ejecutivo venezolano, en un país sumido en el desastre económico y azotado por una desbocada hiperinflación.

La alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini, dijo que se considerará la aplicación de las “medidas adecuadas”, en referencia a posibles sanciones contra el Gobierno venezolano.

El aislamiento al que se enfrenta el país quedó claro desde el domingo por la noche. Las principales instancias de la llamada comunidad internacional condenaron las elecciones, que se celebraron con el boicot de los principales partidos opositores. Dirigentes chavistas como el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, aseguraron que no les importan las críticas que llegan del exterior. No obstante, Maduro recurrió precisamente a la retórica del enemigo global para lanzar un aviso y demostrar que está dispuesto a revolverse contra las presiones internacionales que la oposición considera cruciales para debilitar al oficialismo. Cientos de miles de venezolanos han huido del país caribeño en los últimos meses, sobre todo a Colombia, cuyo Gobierno tampoco reconoció los comicios del domingo.

El régimen expulsó en enero al embajador de España en Caracas, Jesús Silva, agravando la crisis diplomática. Después de casi tres meses, los dos países acordaron retomar las relaciones como gesto de apertura del chavismo, en busca de consensos ante las presidenciales.

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