Primates

Muere ‘Puan’, la orangután más longeva del planeta, a los 62 años

 

El primate tenía 54 descendientes, de los cuales 11 son sus hijos, repartidos en distintos lugares del mundo.

PuanPuan, el orangután más viejo del mundo, en una foto cedida por el zoológico de Perth. ALEX ASBURY AFP

La orangután más anciana del mundo, de 62 años, ha fallecido este martes en el zoológico de Perth (Australia), según ha informado el establecimiento. El primate fue sometido a eutanasia por el personal de la institución debido a las complicaciones de salud que sufría por su avanzada edad. Puan, que significa dama en indonesio, deja en total 54 descendientes, de los cuales 11 son sus propias crías y otros 29 aún están con vida, repartidos en distintos lugares del mundo. Por eso, el zoológico ha destacado la importancia de Puan para la preservación de la especie, ya que “sus genes se encuentran en poco menos del 10% de la población de los ejemplares de esta especie que hay en zoológicos de todo el mundo”.

Nacida en 1956 en los bosques de la isla de Sumatra (Indonesia), Puan entró en el libro récord de Guinness como la orangután más anciana del mundo. En libertad, estos animales no suelen vivir más allá de los 50 años. El primate nació en libertad, pero en 1968 fue regalado al zoológico australiano por el entonces sultán Johore de Malasia, que la tenía en su zoológico privado. “Ha hecho mucho para la colonia del zoo y la preservación de la especia”, ha declarado Holly Thompson, la responsable de primates del establecimiento. Los orangutanes de Sumatra son una especie en peligro de extinción; solo existen 7.500 en todo el planeta, según datos de WWF, una organización que lucha para la protección de los animales.

“Además de ser el miembro más antiguo de nuestra colonia, ella también fue fundadora de nuestro programa de cría de renombre mundial y deja un legado increíble”, ha recordado Thompson. Sus descendientes viven en Estados Unidos, Europa, Australia y en el bosque de la isla de Sumatra, como uno de sus bisnietos, Nyaru, que ha sido liberado en una zona protegida de la isla. Dos de sus hijas siguen viviendo en el zoológico de Perth, así como cuatro de sus nietas y un bisnieto.

Según la responsable de primates del establecimiento, Puan tenía una personalidad muy independiente. “Si estaba enfadada, golpeaba el suelo con su pie”, recuerda. Incluso su cuidadora durante los últimos años, Martina Hart, le ha dedicado una necrología en el periódico australiano The West Australian en la cual recuerda: “Nunca olvidaré el día en que le dimos acceso para trepar un árbol gigante. No había estado en un verdadero árbol desde hacía más de 50 años”.

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