Análisis Malaver: ¿Será la Fiscal, Luisa Ortega, la presidenta de la transición?

Por

Manuel Malaver

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@MMalaverM

Un hecho impensable y de signos y consecuencias indescifrables viene suscitándose, desde hace dos meses y medio, en el día a día del calientísimo calendario de la política nacional.

La Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, en la presentación de su “Memoria y Cuenta” ante los miembros del Ministerio Público, el 31 de marzo pasado,  afirmó “que las sentencias 155 y 156 de la Sala Constitucional del TSJ  “eran una ruptura del orden constitucional”, por cuanto, “evidenciaban varias violaciones de derechos constitucionales establecidos en la Carta Maga y desconocimiento del modelo de estado consagrado en nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

Y desde entonces, no ha pasado un día, una semana, un mes en los cuales la Fiscal no haya estado en los primeros titulares de los medios y redes sociales, bien porque desmintiera “Informes” de los poderes Ejecutivo y Judicial, o porque llamara a anular nombramientos como los de los “magistrados exprés del TSJ” o pidiera “Antejuicio de Mérito” para los magistrados de la Sala Constitucional.

Pero, igualmente, los políticos, y los formadores de opinión ha empezado a ocuparse del “extraño caso de la Fiscal Ortega Díaz” (chavista desde los tiempos en que estuvo en el equipo más cercano del tristemente célebre Fiscal, Isaías Rodríguez y “madurista” poco después que fue ratificada en el cargo de Fiscal tan pronto el sucesor Chávez, Maduro,  asumió la presidencia de la República el 19 de abril del 2013) y ahora devenida en su verdugo y autora de decisiones que podrían significarle la caída al también conocido como “líder autobusero” o “presidente que habla con los pájaros y las vacas”.

Las preguntas, entonces, son obvias, y unas primeras que no abandonan ni los mentideros de la calle, ni los escritorios de los políticos, ni las PC de los formadores de opinión son: ¿Y de dónde le vienen esos arranques “constitucionalistas”, “republicanos” y “democráticos” a la señora Fiscal y por qué dejó que pasara tanto tiempo, y tanto daño, para descubrir que Maduro y sus adláteres violaban la Constitución y las Leyes, estaban a punto de instaurar una dictadura y había que enfrentarlos con todo el peso de la ley y la movilización de calle?

¿Recibiría acaso una iluminación del más allá, o más bien pasaba a convertirse en el brazo vindicator de un sector político, el chavismo, que a poco de iniciarse el gobierno de Maduro comenzó a ser separado de las funciones públicas, del partido oficial, y de la Fuerza Armada Nacional, para ver cómo el legado del “Comandante Eterno” desaparecía y se transformaba en el ícono o tótem de un culto a la personalidad copioso pero muerto, enfático pero ritual?.

Vienen varios nombres a la memoria y los primeros son: Jorge Giordani, Héctor Navarro, Ana Luisa Osorio, Miguel Rodríguez Torres, Clíver Alcalá Cordones y otros más que se han ido agregando, como Maripili Hernández, Vanessa Davies y Eva Golinger, para solo hablar de unos pocos.

Porque la disidencia es grande y hasta tienen un partido, “Marea Socialista”, y una página Web, “Aporrea”, y aliados en la oposición, como “Avanzada Progresista” de Henry Falcón y UNT de Manuel Rosales (hasta ahora)  que, si bien no comparten todas sus políticas y hasta mantienen un trato educado y distante con los disidentes,  si vienen arrimando apoyos y recursos que, están resultando efectivísimos para el alzamiento de esta primera ola “chavista” que están corroyendo los cimientos- que aun no terminan de solidificarse- del madurismo.

Hay, sin embargo, nombres más significativos soplando las velas de la recién desplegada nave, y empezaría citando el de Tobías Carrero, el todopoderoso hombre de los seguros y presidente de Multinacional de Seguros, quien jamás ha dejado de mantener vínculos con los que llama “chavistas de verdad” y, conjuntamente con su asesor en materia de constitucionalismo y política, el exmagistrado, Pedro Rondón Haas, revela que sigue siendo una figura a tomar en cuenta en los vaivenes del proceso que se inició el 4 de febrero de 1992.

Javier Elichiguerra, exProcurador de los primeros años del chavezato, también se ha mostrado muy activo en estos días, y el exmagistrado presidente de la Sala Constitucional, Jesús Eduardo Cabera, y quién sabe si otro exmagistrado presidente del TSJ y ahora embajador en Colombia, Iván Rincón y ¿porqué no? un constitucionalista opositor, Tulio Álvarez, desde unos años refugiado en los coloniales y tranquilos rincones de El Hatillo.

Lo cierto es que, en esta aurora de los “cuchillos largos”, la Fiscal, Luisa Ortega Díaz, no está sola, está muy acompañada y asumiendo un papel que le corresponde “de profundis”, como defensora de lo que en verdad puede llamarse el “legado chavista”, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, postulado en el que también coincide con la insurrección opositora que sacude las calles y la obliga a una alianza que, líderes opositores como Julio Borges y Henrique Capriles, habían anunciado y veían venir, pero no con tal prontitud y firmeza.

De todas maneras, se trata de un suceso tan sorprendente, como perturbador, igual para chavistas como opositores, uno que, seguramente, aún no se plantean unos y otros en su exacta dimensión y profundidad, pero que tendrán que enfrentar –si ya no lo enfrentan- pues su determinismo tiene que ver con la capacidad de Maduro para resistir días, semanas o meses más.

Y es que si, por alguna fatalidad, la insurrección, rebelión o guerra civil se alarga, dilata o posterga, oposición y chavismo se verán forzados a  unir agendas, consorciarse en acciones, negociar tácticas y, de conjunto, avanzar en un objetivo común: la derrota del madurismo.

Y primer acuerdo en un pacto nacional a negociarse,  el gobierno de transición, que ahora contará con un nuevo polo, el chavismo y que, dependiendo de su participación en el defenestración del madurismo, querrá que una de sus figuras emblemáticas, una que haya electrizado las redes y medios de la política nacional e internacional, sea su candidato para la presidencia de la transición.

Y desde la madrugada lluviosa en que escribo estas líneas, y a horas del “Gran Platón” que está convocando la oposición para mañana miércoles, no se me ocurre que pueda ser otra que la Fiscal, Luisa Ortega Díaz.

Me lo dice mi olfato de periodista político y la actuación de una alta funcionaria que está incendiando la calle más de lo que estaba, una mujer que preside al segundo Poder Público que suma a la rebelión contra Maduro, y que está demostrando que la oposición no está sola y pronto podrá estar restaurando la libertad, la democracia y el Estado de Derecho.

Fuente: http://factormm.com

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