Tribunal Supremo de Venezuela en el exilio ordena arresto de Maduro por corrupción
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el exilio introdujo el lunes una orden de arresto contra el gobernante venezolano Nicolás Maduro, estableciendo que existen suficientes pruebas sobre su participación directa en un gigantesco esquema de corrupción que le costo a la nación más de $1,700 millones.
“Ciertamente nos encontramos ante la comisión de un hecho punible que merece pena privativa de libertad […] [Y] por todo lo anterior expuesto, esta sala del Tribunal Supremo de Justicia, en nombre de la República y por autoridad de la ley, declara procedente la solicitud consistente a la medida cautelar de privación de libertad en contra de Nicolás Maduro Moros”, declaró el magistrado Romel Gil, al leer la decisión.
El pronunciamiento, que también solicita a la Asamblea Nacional –controlada por la oposición— que someta a juicio político a Maduro para separarlo del cargo, contempla la notificación a las autoridades policiales venezolanas y a la INTERPOL para que le arresten.
Aun cuando es de esperarse que el régimen de Caracas simplemente ignore el pronunciamiento, los magistrados en el exilio esperan contar con el respaldo de la comunidad internacional, que en los últimos meses ha concluido que Maduro ha secuestrado los poderes públicos.
El pedido realizado a INTERPOL incluiría al líder bolivariano entre las personas con alerta roja internacional, lo cual de ocurrir podría conllevar a su detención si sale fuera de territorio venezolano.
Durante el anuncio, realizado desde la sede del Senado en Colombia, los magistrados también anunciaron la activación de la Convención de Palermo contra el crimen organizado, por sospecha de la activa participación del régimen en un gigantesco esquema de corrupción internacional.
El dictamen del lunes está basado en la acusación formal preparada por la Fiscal General en el exilio, Luisa Ortega Díaz, quien presentó pruebas documentando cómo Maduro recibió sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, a cambio de obtener enormes contratos de construcción por obras que no estuvieron supervisadas por el Estado.
Los magistrados, al igual que Díaz, se vieron obligados a salir del país bajo amenaza de arresto, luego que Maduro emprendiera una feroz persecución en su contra. El régimen actualmente cuenta con sus propios magistrados, pero éstos se desempeñan inconstitucionalmente y la legitimidad actualmente recae sobre los exiliados, opinan expertos.
Según las evidencias presentadas, Venezuela desembolsó más de $1,700 millones a la polémica firma brasileña por obras que al final no fueron construidas.
Miguel Ángel Martín, presidente del TSJ en el exilio, dijo que una de las evidencias presentadas en el caso es “un punto de cuenta” (memorando) de junio del 2014 donde Maduro autorizó la realización de diferentes desembolsos para Odebrecht que sumaban al menos $1,320 millones, más otro desembolso por 131 millones de euros.
En el memorando, Maduro manifestó que esos pagos eran “muy urgentes” y que él quería recibir certificación de que fueron realizados.
La orden, emitida cuando Venezuela comenzaba a entrar en lo que terminó siendo la peor crisis económica en la historia moderna del país, buscaba saldar las cuentas con la constructora brasileña, aún cuando las obras que venían realizando ya estaban demoradas o simplemente paralizadas.
“Esto tiene que ser investigado […] Todos los venezolanos tenemos el derecho de saber qué ocurrió con este dinero, por qué no se le hicieron seguimiento a las obras. El caso inédito del caso Odebrecht que está siendo presentado hoy es que aquí no se ha construido absolutamente nada”, expresó Martín.
Venezuela representaba uno de los mayores clientes de la constructora brasileña, que hoy enfrenta escándalos de corrupción en buen número de países donde operó.
El fallecido presidente Hugo Chávez, quien otorgó contratos a Odebrecht, a dedo sin que las obras fueran colocadas a licitación, le concedió a la firma la construcción de dos puentes de grandes dimensiones, uno sobre el Río Orinoco y otro sobre el Lago de Maracaibo, además de nuevas instalaciones del Metro de Caracas.