Entrevista
Rodríguez Zapatero: “Hay gente que complota, que quiere derribar a Maduro como sea”
Mediador polémico en el conflicto de Venezuela, el ex presidente del Gobierno de España rechaza las críticas y argumenta que hay prejuicios contra el régimen.
Defensa. “Estoy harto de ver a tantos demócratas de presumir con el tema Venezuela”, afirma Rodríguez Zapatero. (Fernando de la Orden)
Argumenta, justifica, explica. Y lo hace con una tenacidad irreprochable. Pero no convence. José Luis Rodríguez Zapatero reivindica una y otra vez su postura a favor de un diálogo en Venezuela, que inevitablemente se convierte en una perturbadora defensa de Nicolás Maduro y su política de concentración de poder y represión. El ex presidente del Gobierno de España, de visita en Buenos Aires invitado por el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz (Partido Socialista), dialogó con Clarín sobre este polémico tema. Admite “errores” en el gobierno chavista, pero con suspicacia pone en duda el origen de la violencia durante las marchas del año pasado que dejaron más de 130 muertos. Se irrita con la insistencia de preguntas incómodas, y elude con diplomacia cada observación. Lleva tres años como mediador entre oficialismo y oposición, una grieta difícil de cubrir.
¿Por qué tanta insistencia en una mediación que fracasa una y otra vez?
Por una razón evidente, y es intentar conservar la paz en un país que tiene un conflicto larvado desde hace casi 20 años. En una sociedad donde hay dos visiones absolutamente contrapuestas de la historia, de lo que es el país. Lo que hago desde hace tres años es una tarea de contención, una tarea preventiva de paz. Hay que intentar, hay que persistir porque la paz no admite tirar la toalla.

José Luis Rodríguez Zapatero visitó Buenos Aires invitado por el gobierno de Santa Fe. (Fernando de la Orden)
¿Quiénes trabaron los acuerdos?
Tengo mi convicción, pero más aún que esa convicción soy un testigo excepcional y seguramente algún día dé detalles que obran en mi poder de cómo han sido las cosas. Como reflexión de fondo, diré que en mi experiencia política no intentar hasta último minuto un acuerdo, no hacer que el diálogo sea un fin en si mismo, abre las puertas siempre a las catástrofes. Las he vivido muy de cerca, en lo que luego fueron guerras terribles. He viajado 33 veces a Caracas en tres años. Seguramente, en lo que he hecho en mi vida y en lo que me queda por hacer, no habrá un tema al que le he dedicado tanto tiempo, tantas horas. Y lo hice en soledad, con mucha incomprensión y con mucha miopía por parte de muchos gobiernos.
¿Se refiere a países de Latinoamérica?
Sí, en parte de Latinoamérica. Pero especialmente todo se complicó cuando cambió de color la administración de EE.UU. Con Barack Obama y John Kerry -Secretario de Estado- íbamos aproximándonos, tratando de acercar posturas, pero con la llegada de Donald Trump, con los mensajes y sanciones, la tarea se hace más difícil.
Usted inició la mediación con prestigio, pero luego se vio opacado por su defensa del gobierno de Maduro. Como dirigente socialista, ¿por qué defiende un régimen que reprimió y mató más de 130 jóvenes en las calles, sólo el año pasado?
(Sonríe, irónico) Es muy llamativo que me encuentre siempre este debate. No sólo con medios de comunicación, sino incluso con amigos, que me hablan de Venezuela y nunca han estado allí. Yo he ido 33 veces, conozco la sociedad venezolana. Conozco los actores, lo que pasa. Lo que se dice que pasa, y lo que no pasa. El viento de la opinión, el viento fácil de la opinión es considerar a Venezuela un estado fallido, y querer provocar una caída del gobierno. ¿Suena bien? Sí, suena bien. Cosecha aplausos de todos los poderes establecidos. Insisto, lo he vivido muchas veces. ¿Y luego qué? Luego la guerra. La verdad es que se desconoce la realidad. Hay una parte de ignorancia, lo tengo que decir así. Yo he hecho una inmersión en la sociedad venezolana muy profunda, y soy el primero que critica muchas cosas del gobierno de Maduro. Cuando usted me habla de los 100 muertos le tengo que decir que yo viví aquello. Yo he estado ahí. El único dirigente de fuera de Venezuela que se pasó allí junio y julio, y sentando en la mesa a gobierno y oposición. Y eso, con las calles como estaban. Y logramos que se parara aquello. Allí hubo de todo.
Sí, pero…
Sí, no. Si, no (responde irritado). Yo lo vi, lo viví. Hubo de todo.
Yo también estuve, cubriendo las manifestaciones, y puedo decirle que hubo represión.
Pero usted sabe que hubo policías procesados. Yo también vi como se quemaron vivos a tres chavales, a tres chicos. ¡¡Quemados vivos!! Es una sociedad que está al límite. En ese momento se estuvo a punto de que el conflicto desbordara, y en lugar de tener 100 muertos hubiésemos tenido miles. Y eso puede pasar en cualquier momento. En la hipótesis de que todas las críticas que le hacen a Maduro algunos gobiernos o algunos periodistas fueran ciertas, la respuesta no es, ni tampoco es lo que corresponde, aplicar sanciones, aislarlo, presionarlo y llevarlo a un bloqueo financiero más intenso que el que tuvo Cuba. Eso lo termina pagando toda la gente, con una economía como ya está de difícil. Esto es el fondo del problema. Hay algunos que decimos la paz, siempre; el diálogo, siempre. Intentémoslo nuevamente. Como el otro día cuando estuve con el Papa.
¿Qué le dijo el Papa?
Coincidimos en el gran valor que había que poner en la vida política, en las circunstancias difíciles. Buscar la persuasión y no la presión. Ayudar a Venezuela. Por querer acabar con un gobierno que no te guste, podés acabar con un país. Este es el problema.
Pero el gobierno de Maduro no está contribuyendo a ese diálogo. Al contrario, lo utiliza para aplacar las críticas.
Mire, podemos reunirnos con Kim Jong-un (en referencia a la cumbre entre Trump y el líder norcoreano), y podemos poner alfombras rojas a gobiernos que nunca hacen elecciones. Y aquí, en Venezuela, se pone una lupa gigantesca sobre las elecciones. Yo fui el primero que ha estado negociando las condiciones de las elecciones. Mire, yo soy una persona muy independiente. Con 57 años, he presidido un país, tengo unos profundos valores democráticos por la paz, y no voy a admitir ni una sola hipocresía. Insisto, yo soy crítico del presidente Maduro.
Nunca lo expresa abiertamente.
Sí, lo hice. Si he venido trabajando por la liberación de presos. Yo he trabajado por que no haya ni un solo preso. Por que Leopoldo López saliera de la cárcel. Y contribuí a que esté en su casa. Deseo que no haya ni un solo preso.
