Luka Modric, entre la magia de Rusia 2018 y el escándalo en Croacia
A la espera de la decisión de la justicia croata, Modric podría ser condenado a cinco años de prisión por su falso testimonio en el caso Zdravko Mamic.
Moscú, Rusia (AFP) – Cabellera rubia al viento, camiseta #10 de Croacia en la espalda, balón casi siempre pegado al pie. Futbolísticamente, nadie puede discutir a este talentoso del Mundial Rusia 2018. Pero Luka Modric, quien debió huir de su pueblo natal a los seis años en medio de la guerra, tiene que convivir con una sombra que planea sobre él y también sobre el futbol croata: el caso Zdravko Mamic, un escándalo por corrupción y malversación de fondos en el marco de transferencias de jugadores, entre ellos el crack del Real Madrid.
En pleno Mundial Rusia 2018, Andrej Kramaric y Josip Pivaric fueron interrogados sobre el impacto del caso Mamic y sus implicaciones en su capitán Luka Modric. El responsable de la comunicación de la delegación, Tomislav Pacak, puso fin a ese mal momento pidiendo únicamente preguntas sobre el Mundial.
Kramaric luego afirmó que “el ambiente en el seno del equipo era bueno” y que “el resto no tiene absolutamente ninguna influencia”. Sin embargo, esa anécdota no puede ocultar el malestar que rodea al centrocampsita del Real Madrid de 33 años.
En términos de futbol, no se puede decir nada de este mediocampista inteligente y brillante, capaz de cambiarle la cara a un encuentro con un centro o un pase profundo. Autor de un tanto contra Nigeria y luego contra Argentina en la Fase de Grupos de Rusia 2018, también sobresalió ante Dinamarca -pese a errar un penal- y Rusia.
CUATRO CHAMPIONS
Con el Real Madrid, al que llegó en 2012 desde el Tottenham a cambio de más de 40 millones de euros, ha ganado cuatro Champions Lrague en sus últimas cinco temporadas, lo que le coloca como uno de los mejores jugadores croatas de todos los tiempos, junto al goleador Davor Suker, semifinalista en Francia 1998 y actual presidente de la Federación (HVS).
“Estoy enamorado de Modric, juega con una simplicidad fantástica”, explicaba Alen Boksic, antes del partido ante los rusos por los Cuartos de Final. “Hace seis o siete años que juega en el más alto nivel, es el motor del Real Madrid”, agregaba.
“Ha trabajado muy bien y muy duro para llegar a este nivel, es nuestro capitán, nuestro líder y lo sabemos”, comentó el atacante Mario Mandzukic el lunes. “Y si gana el Balón de Oro, lo habrá merecido”, acotó.
Modric quedó clasificado en el quinto puesto el año pasado en ese premio, que obtuvo su compañero madridista Cristiano Ronaldo.
CASA DESTRUIDA
Su historia personal humaniza a este jugador obligado a huir del pueblo de su familia, Modrici, ubicado sobre una cordillera del Velebit, cerca del mar Adriático, donde su casa fue destruida durante la guerra de la independencia de Croacia (1991-1995).
En Zadar, la ciudad sobre el mar en la que se refugió junto a los suyos, una pintada sobre una pared apuntó contra el crack madridista. Modric decepcionó a su país desde que fue señalado como sospechoso de haber dado falso testimonio para ayudar a Zdravko Mamic, “padrino” del fútbol croata.
Ese exdirigente del Dinamo Zagreb, considerado desde hace años como el verdadero patrón del futbol croata, fue condenado a inicios de junio a seis años y medio de prisión al término de un proceso por corrupción y por malversación de fondos en el marco de transferencias de jugadores, una de ellas la de Modric.
CAMBIO DE VERSIÓN
“Luka, te acordarás de este día”, dice una pintada a la entrada del hotel de Zadar en el que su familia vivió como refugiada de guerra, relata el sitio especializado en futbol de Europa del Este, Footballski.fr, en junio de 2017.
Modric había explicado delante del tribunal de justicia haber firmado un acuerdo con Mamic desde 2004, previendo el giro de la mitad de sus primas de transferencia que recibiría en el futuro. Pero en 2015 dijo que ese anexo se había firmado con efecto retroactivo cuando ya jugaba para el Tottenham.
Ese cambio de versión le costó al volante con 111 selecciones (14 goles) ser inculpado por parte de la justicia croata por falso testimonio. Fue en marzo, es decir algunos meses después del mejor Mundial que hace Croacia desde 1998.
“Conociendo a Luka y su personalidad (…) estoy convencido de que asumirá estoicamente todo esto y que va a estar a su nivel cuando sea necesario”, había declarado el seleccionador Zlatko Dalic antes del inicio del torneo.
Por ahora está cumpliendo con los pronósticos de su técnico y el miércoles tiene otro reto a pasar en Semifinales contra Inglaterra, con la chance de dar vuelta la opinión de aquellos aficionados que le han dado la espalda. Y a la espera de la decisión de la justicia, que le podría condenar a 5 años de prisión por su falso testimonio.