Mi Yogourt
Por
Anastacia Chimaras Frangos
Twitter: @AnastaciaChF
Ingredientes:
1 litro de leche fresca
8 cucharadas de leche en polvo
1 yogurt natural, firme, a temperatura ambiente
1 recipiente refractario o de barro. No metálico, ni plástico.
1 tapa
1 cobija doblada en cuatro
1 bolsa de colar café, sin uso (opcional)
Procedimiento:
Batir las leches en la licuadora y colocar en una olla para su cocción. Cuando salgan las primeras burbujas de hervor, apagar. Durante este proceso se debe revolver eventualmente, para que no se pegue.
Al principio de la cocción cuando la leche se encuentre aún tibia, extraer una porción equivalente al del yogurt envasado y mezclar con éste. No batir, mezclar suavemente de manera envolvente hasta que la mezcla se homogenice. Conservar.
Una vez que la leche haya alcanzado su punto de hervor, revolver un rato más y dejar reposar hasta que alcance la temperatura corporal, es decir cerca de los 37º C. Yo introduzco mi dedo meñique en la mezcla y cuento hasta 60 sin quemarme, cuando lo logre, la leche tendrá mi temperatura. Pero se puede utilizar un termómetro de cocina, si lo tienen.
Mientras se enfría la leche se dispone la cobija doblada en cuatro sobre la cocina u otro lugar tibio y que no esté expuesto a movimientos. Por ejemplo, mi cocina tiene piloto y yo la pongo en una bandeja en el entre-hornillas (cuidado con el fuego!). En el centro de la cobija se dispone el recipiente refractario o de barro.
Una vez alcanzada la temperatura deseada, se retira la costra o capa delgada que suele formarse en la superficie de la leche después de hervirla. Se coloca delicadamente en el recipiente, cuidando que no haga espuma. En el centro del recipiente se agrega la mezcla de yogurt con leche que se había conservado y se tapa, dejando una pequeña ventilación. No hace falta revolver. Yo uso un recipiente cuadrado y tapo con una tapa redonda. Pero se puede usar una cuchara de palo como apoyo para que quede un respiradero. Luego doblo la cobija, llevando las cuatro puntas hacia el centro del recipiente y lo dejo reposar por 8 horas o más, sin destaparlo, verlo, ni moverlo. Es mejor hacerlo de noche y dejarlo hasta la mañana.
Una vez cuajado, se corta por un lado un pedazo pequeño y se observa que suelta suero, un líquido verdoso, excelente para la salud ya que aumenta las defensas, alimenta y purifica. Se puede introducir en la nevera y no desalojar el suero; así quedará mas húmedo.
También se puede colocar en la manga de colar café y colgarlo, obteniendo así un yogurt seco o muy seco, que luego se puede utilizar en repostería o cocina. Por supuesto, que al colgarlo coloco un recipiente para recoger el suero.
Este yogurt colado se puede servir como crema, rociada con aceite de oliva y pimientón molido o yerbabuena seca, típica de la cocina árabe y conocida como Labneh.
También se puede servir con nueces picadas, miel y canela, desayuno muy común en varias regiones de Grecia.
Hasta se pueden hacer bolas (queso labneh), envasar en aceite y refrigerar para su uso posterior. Antes de servir, estas bolas se pueden rodar sobre una mezcla de almendras y pimientas picadas, o por una mezcla de orégano o tomillo con ajonjolí tostado, o una mezcla de pimentones y ajíes finamente picados, etc. Deliciosos manjares.
No puedo dejar de hablar de mi predilecto, el Tzatziki, crema griega hecha con una mezcla de yogurt colado, pepino (pelado, sin semillas, rallado finamente y exprimido), ajo y eneldo, finamente picados y un toque de aceite de oliva, jugo de limón, sal y pimienta negra recién molida. Se come con todo!
Claro, Si tiene una yogurtera eléctrica, sobran la cobija, el recipiente y la tapa y no debe preocuparse ni por la ubicación ni por la temperatura; sin embargo la pre y post elaboración, son las mismas.
De éste yogurt se guarda una porción para hacer el próximo, que será mas espeso y así se tiene la levadura propia para yogurt, los lactobacilos. Buena suerte.