Científicos descubren que las nanopartículas de los tatuajes viajan dentro del cuerpo

 

Elementos tóxicos afectan a los ganglios linfáticos, lo que puede resultar en inflamación cutánea y otros problemas. Advierten de que se debería verificar la composición química de los colores.

Si pretende sumarse a la moda de los tatuajes o añadir uno más a los que ya luce en su cuerpo, quizás debería tener en cuenta un factor que probablemente desconozca. Por mucho que haya elegido al tatuador más profesional, seguro e higiénico, el dibujo no se queda solo en el exterior. Un estudio publicado en la revista Scientific Report confirma que los elementos que componen la tinta en los tatuajes viajan dentro del cuerpo en forma de micro y nanopartículas, alcanzando los ganglios linfáticos. No solo se transportan los componentes orgánicos de la tinta, sino también diminutas impurezas y tóxicos que pueden provocar inflamación cutánea y otras dolencias.

Científicos analizan las partículas de la tinta utilizada en tatuajesCientíficos analizan las partículas de la tinta utilizada en tatuajes– ESRF/Ines Schreiver

«Cuando alguien quiere hacerse un tatuaje, a menudo es muy cuidadoso en la elección del local, que se utilicen agujas estériles que no han sido utilizadas anteriormente. Pero nadie verifica la composición química de los colores, y nuestro estudio muestra que tal vez deberían», explica Hiram Castillo, uno de los autores del estudio, investigador del Sincrotrón Europeo de Grenoble (ESRF) en Francia.

La realidad es que se sabe poco sobre las posibles impurezas en la mezcla de color aplicada a la piel. La mayoría de las tintas de tatuaje contienen pigmentos orgánicos, pero también incluyen conservantes y contaminantes como el níquel, cromo, manganeso o cobalto. Además del negro de carbón, el segundo ingrediente más común usado en tintas del tatuaje es el dióxido de titanio (TiO2), un pigmento blanco aplicado generalmente para crear ciertas sombras cuando está mezclado con colorantes. El TiO2 también se utiliza comúnmente en aditivos alimentarios, pantallas solares y pinturas. El retraso en la curación, la elevación de la piel y la picazón tras un tatuaje se asocian a menudo con los dibujos blancos, y por consecuencia, con el uso de este TiO2.

Los científicos del ESRF, el Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos, la Universidad Ludwig-Maximilians y el Physikalisch-Technische Bundesanstalt (El instituto nacional de Metrología de la República Federal de Alemania) han logrado obtener una imagen muy clara sobre cómo se traslada y dónde se queda el dióxido de titanio una vez que entra en el tejido.

Durante toda la vida

Los riesgos que potencialmente derivan de los tatuajes se han investigado hasta ahora sólo por el análisis químico de las tintas. «Ya sabíamos que los pigmentos de los tatuajes viajan a los ganglios linfáticos debido a la evidencia visual: los ganglios linfáticos se tiñen con el color del tatuaje. Es la respuesta del cuerpo para limpiar el sitio de entrada del tatuaje. Lo que no sabíamos es que lo hacen en una forma nano, lo que implica que pueden no tener el mismo comportamiento que las partículas a nivel micro. Y ese es el problema: no sabemos cómo reaccionan las nanopartículas», explica Bernhard Hesse, uno de los dos primeros autores del estudio, del ESRF.

Mediciones de fluorescencia de rayos X permitieron al equipo localizar el dióxido de titanio en el rango micro y nano en la piel y el medio linfático. Encontraron una amplia gama de partículas con hasta varios micrómetros de tamaño en la piel humana, pero sólo partículas más pequeñas (nano) transportadas a los ganglios linfáticos. Esto puede conducir a la ampliación crónica del ganglio linfático y a una exposición durante toda la vida. Los científicos también usaron la técnica llamada Espectrometría infrarroja por Transformadas de Fourier para evaluar los cambios biomoleculares en los tejidos en la proximidad de las partículas del tatuaje.

En conjunto, los científicos encontraron una fuerte evidencia tanto de la migración como del depósito a largo plazo de elementos tóxicos y pigmentos de tatuaje, así como de alteraciones conformacionales de biomoléculas que a veces están ligadas a la inflamación cutánea y otras adversidades al tatuarse.

El siguiente paso para el equipo será inspeccionar más muestras de pacientes con efectos adversos en sus tatuajes con el fin de encontrar vínculos con las propiedades químicas y estructurales de los pigmentos utilizados para crearlos.

Fuente: abc.es

 

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