NO COMPRENDO

por

Roger Vilain

-Roger Vilain-
Twitter: @rvilain1

Hay gente que vive en su mundo y todos bien. Hay otra que no. Conozco individuos cuyo día a día es un hueco lleno de aire, insignificante, y mientras ni se entienden ni nadie los comprende calzan puntos para llegar lejos con el flux de moda y la corbata a cuadros.

    Los políticos, pongo por caso. ¿Conoces gremio tan falto de significado? ¿Quién sospecha lo que encierran sus entrañas? Yo pretendo escribir más de la cuenta, deseo a veces inventar algún cuento medio interesante o sacarme de la manga cierto artículo poco convencional, y de inmediato caigo en el fracaso, nadie me publica. Escribo un verso con mucho potencial, “upsti corazón preato conti piernas labiocrom”, por ejemplo, y al instante aparecen problemas con la editorial. Un político dice cosas pero no dice nada, mueve la boca, lanza chillidos, ¿qué significan? Sin embargo  ganan elecciones, triunfan de lo lindo, le hacen cosquillas a eso que se llama éxito. Es que somos raros.

    -Upsti corazón preato conti piernas labiocrom. ¿Qué diablos es esto?

    – Un verso, un poema

    – Felicidades, pero en la revista no saldrá

    -¿Por qué no?

    -Porque no significa nada

    -¿No significa nada?

    -Pues no

    -Pues sí

    -A ver, ¿qué significa?

    -Eso, upsti corazón preato conti piernas labiocrom

    -¡Vete a la mierda!

    Ni qué decir de un escultor. Hacen cualquier cosa, un garabato sin imaginación, una bagatela con los materiales, y mientras el significado rueda por las alcantarillas más y más atención acaparan. Fin de mundo. A los pintores ni vale la pena mencionarlos, hay óleos que significan mucho menos que mi poema y fíjate, se escriben tomos para explicar sus obras. Pero lo verdaderamente impresionante yace en la mirada, en los ojos combinados con el ceño algo fruncido. Cuánta filosofía metida de cabeza en semejante gesto. Toda una técnica, ve tú. Hay gente que se sienta en un café, en el púlpito del templo o ante un escritorio cualquiera y dicta cátedra. El vacío, la frase insondable, una puesta en escena ambigua por donde la mires, y jura que llegó el artista, preparen los sahumerios.

    Somos de lo más extraños pero yo sigo en mis trece. Aprendí a ser testarudo en la niñez. Upsti corazón preato conti piernas labiocrom. A mucha honra.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here